Gustavo Lorca Rojas
Para muchas generaciones de porteños y viñamarinos, dentro de las que me incluyo, don Gustavo Lorca Rojas representó un modelo digno de imitar, particularmente en mi caso, que lo conocí -literalmente- desde el primer día de mi vida.
En el ámbito político, una de sus grandes inquietudes, encontramos varias de las razones que permiten justificar tal afirmación. Tomando el texto de este Diario del 1 de julio pasado, luego de las elecciones primarias efectuadas en el país, una nota tituló "Exalcalde Gustavo Lorca dio ejemplo de espíritu cívico y llegó temprano a sufragar".
Ese mismo espíritu del año 2013 es el que permite entender su incorporación a la actividad política en 1958 de forma completamente desinteresada, puesto que al momento de asumir la alcaldía de Viña del Mar era un abogado y académico que ejercía con brillo su profesión. Resumiré su desempeño en la alcaldía citando las palabras del Presidente de la República, don Jorge Alessandri, quien al aceptar su renuncia en 1964, manifestó: "Estoy absolutamente convencido que durante mi mandato no he efectuado una designación más acertada que la del cargo de alcalde de Viña del Mar que le conferí".
Con posterioridad, su vocación política comunal la trasladó al ámbito nacional, en el Parlamento, donde se desempeñó como diputado por tres periodos, destacando por su valentía, corrección y ponderación, que le significaron el respeto y reconocimiento de todos los sectores políticos.
A pesar de su retiro de la vida pública hace 40 años, mantuvo la preocupación por los problemas de la comuna y del país hasta sus últimos días, lo que le valió el reconocimiento del "Premio de Honor por Servicios Distinguidos a la Ciudad", concedido por la I. Municipalidad de Viña del Mar; y la condecoración por "Servicios Meritorios a la República", entregada por el Presidente Sebastián Piñera, en enero de este año.
En su actividad como abogado también hallamos respuesta a nuestra afirmación inicial. Hace algunos años se le confirió el Premio a la Excelencia Profesional, reservado a quienes ejercen la abogacía desde el foro, la cátedra o la vida pública de manera intachable y sirviendo de ejemplo para las futuras generaciones. Don Gustavo, algo poco frecuente, lo logró en esas tres dimensiones.
Reservo para el final la que es, probablemente, la causa más influyente para otorgar a don Gustavo Lorca el carácter de modelo a imitar, porque no es posible entender su vida y logros sin recordar a su mujer, la señora Isabel Riofrío, recientemente fallecida y quien representa una prueba fehaciente de aquella sentencia que nos dice que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer.
Raúl Celis Montt
Intendente Región de Valparaíso