Visitas a la cárcel delataron a banda que lavaba dinero
viña del mar. Fiscal Alejandro Ivelic relata detalles de investigación.
El fiscal de la Unidad Regional Antinarcóticos (URAN), Alejandro Ivelic, entregó nuevos antecedentes que dan cuenta de la audacia y del entramado con que operaba la organización criminal de la que se desprendieron delitos de narcotráfico y el lavado de al menos 300 millones de pesos en Viña del Mar.
La investigación, que partió hace un año y medio, ha logrado determinar que el grupo operaba trayendo cocaína desde Bolivia para ser repartida entre distribuidores de la Ciudad Jardín. Pero como los ingresos conseguidos con tales transacciones eran tan cuantiosos, fue necesario que la banda también ideara un plan para introducir el dinero en el mercado formal.
El trabajo conjunto entre la Fiscalía y la Policía de Investigaciones logró primero la detención de Jesús Sáez, un exoficial de la Armada y supuesto líder del grupo. Más tarde fue apresado el presunto encargado de traer y entregar la droga, Roberto Bastidas. A ellos se sumaron, esta semana, los dos acusados de ser los responsables de montar y mantener el aparataje detrás de las narcotransacciones. El contador Patricio Berríos y Nora Fajardo, formalizados bajo los cargos de lavado de activos.
círculo cercano
El primer trabajo de la Fiscalía fue indagar al círculo cercano de Sáez y así pudo establecer que Berríos y Fajardo, que ya contaban con condenas por drogas, lo visitaban periódicamente en la cárcel para reportarle los movimientos de la organización.
"Ya teníamos acreditado lo más difícil, que son los delitos base, ya que la ley de lavado de activos sanciona severamente a quien oculte y disimule el origen ilícito de ciertos dineros, pero siempre y cuando estén vinculados a un delito anterior", señaló el fiscal Ivelic.
Además de las sospechosas visitas a la cárcel, se realizaron una serie de allanamientos en los que se encontraron contratos de trabajo, pago de imposiciones y liquidaciones de sueldos que sirvieron para ir completando el puzle policial.
compañías ficticias
Así, la Fiscalía pudo determinar la existencia de tres compañías ficticias en las que se pudo vincular a los imputados como socios o propietarios. "Ingresaban grandes flujos de dinero a estas empresas y posteriormente adquirían vehículos de alto valor simulando que eran producto de las actividades de estas empresas que realmente no existían", dijo Ivelic.
Para confirmar que las sociedades eran "de papel", la investigación logró establecer que varios domicilios legales eran falsos y que una de las empresas, la Inmobiliaria América S.A., había sido creada en 1986 y sus socios ya estaban muertos.