Absolutamente amargado quedó el técnico de Santiago Wanderers, Héctor Robles, tras la derrota sufrida el sábado en Talcahuano frente a la Universidad de Concepción. Y no sólo por el feo registro de cinco derrotas consecutivas como visitantes que tienen los porteños, si no también porque sus pupilos todavía no logran asimilar su filosofía de juego.
"Estoy muy dolido, porque no le podemos entregar a esta institución un triunfo como visita, yo siento angustia por todo esto, porque soy el principal responsable", se lamentó el exzaguero, campeón con el Decano en el 2001.
Tras la salida de Ivo Basay de la banca caturra, Robles ha sumado apenas un punto de los 9 posibles, razón por la que asume el mal momento que vive su escuadra.
"Ante la "U" de Concepción tratamos de hacer un partido inteligente, pero los errores puntuales al final te desequilibran un resultado...me gustaría haber podido llegar mucho más a los jugadores, poder estar a la altura de las circunstancias, pero la verdad es que cuando nos hacen el 2 a 0 fueron muy pocas las ideas futbolísticas que tuvimos", repasó el adiestrador verde, aunque advierte que el momento actual de Wanderers requiere de un análisis mucho más profundo.
Por eso, no quiso referirse en detalle al estreno en el arco del juvenil Gabriel Castellón. "Acá hay un conjunto de cosas, igual creo que Gabriel (Castellón) respondió a las expectativas, pero el necesita un equipo y un cuerpo técnico que puedan salir de la incómoda posición en que estamos", sostuvo.
Robles también siente que están luchando contra el tiempo, ya que en estos tres partidos dirigidos ha intentando cambiar un poco la mentalidad de su escuadra.
"Uno está para aportar y hacer rendir a un equipo que tuvo dificultades, trato de llegar a los jugadores con una idea o un concepto, para tratar de hacer partidos inteligentes y ganar", ratificó, junto con decir que "yo no tengo tiempo, la actitud tiene que ser distinta, porque si no nos podemos complicar mucho más de lo que estamos, para eso se necesita una entrega total y el análisis de lo que viene será severo".
Panorama ingrato para Robles, porque sin decirlo, siente que hoy se le critica por errores heredados, aunque llegó para "apagar un incendio".