"Mis hijo Rolando, Ingrid y mi cuñada, Elmira Torres perdieron sus casas en los cerros Ramaditas, La Cruz y Mercedes", relató ayer Hernán Espíndola, quien miraba con resignación el dantesco escenario en el sector de Las Torres, en la parte alta del cerro Ramaditas, mientras su hijo retiraba los escombros para levantar su nuevo hogar.
"De mis 73 años jamás había visto una cosa así. Esto es mucho peor que un terremoto", comentó Hernán.
Su hijo Rolando trabaja en una minera en la zona norte del país y al enterarse del siniestro fue autorizado por la empresa para viajar a Valparaíso. "Llegó anoche y se encontró con la tragedia, esto es tremendo".
Pese al adverso escenario y a su edad, Hernán Espíndola está esperanzado en que su familia se levantará otra vez.
"Uno se levanta, hay fuerza. He tenido harta fuerza para los terremotos y todas esas cosas. Ahora Dios dirá. Lo bueno es que estamos todos vivos y juntos", expresó.
Una situación similar afectó a Roxana Carvajal, una de las personas albergadas en la Escuela Grecia, quien ahora se encuentra damnificada con su mamá, hermana y cuñados.
"Yo andaba en Viña con mi hijo, mi mamá estaba en la casa y tipo 5 cuando volvimos vimos un incendio para el sector de La Cruz. Luego con el viento comenzó a cambiar de dirección, bajó a Las Cañas y luego al Cerro Merced. Como a las 8 de la noche se quemó la casa".
El cuñado de Roxana Carvajal vivía en otra vivienda del cerro Merced y también fue consumida por el fuego, mientras que su hermana, quien residía en el cerro Las Cañas también perdió la vivienda producto de la acción del fuego.
de las cañas a la merced
"De Las Cañas se vinieron al cerro Merced para protegerse y también se les quemó la casa. Lo único a lo que atinamos fue reunirnos en mi casa y partimos abajo al centro", dijo.
"Somos ocho familias y todos damnificados en distintos cerros. No tenemos donde llegar", agregó.
Roxana Carvajal confesó que se siente desamparada. "Lo único que hicimos ese día fue correr hacia la Virgen, para reunirse con el resto de la familia. Como era tanta la gente que transitaba por el lugar, y se les ordenaba continuar bajando, solo se pudieron reunir en la Plaza O"Higgins, donde se juntó la familia y desde ahí se trasladaron a la Escuela Grecia.
"Ahora no entiendo cómo bajé a mi mamá desde la casa. Ella está enferma y tuvimos que bajar peldaño por peldaño", contó con más tranquilidad.
Las Torres
A primera hora de ayer comenzaron a retornar al sector de Las Torres, en el cerro Ramaditas, los damnificados del voraz siniestro que el domingo arrasó con más de 100 casas en dicho sector, que se sumaron a las 2.000 afectadas la noche del sábado.
Armando González, uno de los damnificados contó que cuando Carabineros les avisó que debían evacuar sacaron ropa y pañales para sus hijos y arrancaron. "Sacamos lo que era necesario para ellos y nos fuimos. Tenemos la guagua de 6 meses, un niño de 2 años y otra niña de 5. Ayer llegó Carabineros y nos informó que debíamos desalojar, ya no había nada más que hacer. Creo que ya estábamos preparados para lo que se venía. Ya habíamos visto el día anterior lo que sucedió en los otros sectores", comentó
González precisó que la más afectada de su familia fue su suegra, quien residía durante años en el lugar y tenía su casa propia. "Lo perdió todo, años de esfuerzo".
Finalmente Armando González hizo un llamado a las autoridades. "Queremos que las autoridades se acerquen, nos vengan a ver, o nos pasen una mediagua para enfrentar el invierno", dijo.
16 años en el lugar
Visiblemente afectados se encontraba el matrimonio compuesto por Rosa Araya y Carlos Valenzuela, quienes llevaban 16 años residiendo en el lugar.
"Llevábamos 16 años acá, nunca habíamos sufrido un incendio en este lado. Siempre nos tocaba verlos en otros cerros o en el bosque. Ayer empezaron a llegar las llamas al cerro del frente, hubo un cambio de viento y se vino para este lado", contó Valenzuela.
Una vez que se dio la orden de evacuar el matrimonio Valenzuela Araya se trasladó hasta el domicilio de su hija en Placilla. "Ahora recién volvimos y nos encontramos con esto. Quedamos con lo puesto. Lo único que nos llevamos fue el carné de identidad y los animales", dijo entre sollozos Rosa Araya, mientras su esposo sostuvo que tendrán que recurrir a las amistades para construir un par de piezas y "levantarnos otra vez".
robos en el lugar
Hubo vecinos que se salvaron de perder su casa por el incendio, pero no de la acción de antisociales que aprovechando la dramática situación robaron distintos artículos de dichas propiedades.
Fue el caso de Betzabé Valenzuela, cuya casa fue la única que se salvó del fuego en la parte alta de Las Torres.
Cuando nos avisaron que estaban robando regresamos. Yo había perdido las esperanzas, pensaba que se había quemado mi casa, pero afortunadamente se salvó. El problema fue que me rompieron un vidrio e intentaron robar".
Otras víctimas de robo fueron las hermanas Grede y Denise Cerda, domiciliadas en el pasaje 1, casa 12, de Rocuant.
"Nosotros llegamos a la 1 de la madrugada y se estaban metiendo a las casas. Yo estuve toda la noche aquí parada vigilando para que no bajara nadie y viendo la casa de los vecinos. Acá entraron al patio y robaron balones de gas y ropa de cama. No robaron más porque no había luz", comentó Grede.
desmalezados
desmalezados
Entre el dantesco panorama surgían algunas viviendas que se salvaron de la acción del fuego. Algunas fueron debido al cambio del viento, otras porque sus propietarios habían tomado la precaución de desmalezar sus patios.
Una de las afortunadas fueron las hermanas Cerda, quienes reconocieron que gracias a una vecina domiciliada en la parte más baja de la quebrada, que sí tenía su entorno completamente limpio, permitió que el fuego no subiera y llegara a sus viviendas.
Betzabé Valenzuela fue otra de las vecinas que no perdieron la casa. "Cuando vimos que estaba prendiendo toda la ladera, mi marido cortó los eucaliptos que teníamos en el patio. La primera casa que prendió fue la que estaba al lado. Si hubiesen estado los árboles mi casa se quema", comentó.
Alejandro Leiva también salvó su vivienda gracias al desmalezado de su entorno.
"Ayer llegó Carabineros y nos informó que debíamos desalojar, ya no había nada más que hacer".
Armando González
damnificado
"Salimos a las 5 de la tarde y alcanzamos a sacar algo, la tele, el microonda y ropa. Cuando regresamos vimos que se había salvado la casa"
Alejandro Leiva
vecino
"Ahora volvimos y nos encontramos con esto. Quedamos con lo puesto. Lo único que nos llevamos fue el carné de identidad y los animales"
Rosa Araya
damnificada