Juan Olivares es uno de los invitados especiales a la despedida de Moisés Villarroel y seguramente será uno de los más aplaudidos por la hinchada de Santiago Wanderers mañana en Playa Ancha. El exportero internacional no esconde su orgullo al momento de comentar sobre su presencia en el adiós del volante de contención, pero tampoco su incomodidad cuando se le consulta por la condición de máximos ídolos en la historia del Decano que los mismos hinchas le han entregado a él, a José 'Gallego' Pérez y al mismo Villarroel.
'Es hermoso que a uno lo reconozcan, pero no me gusta hablar de mí… quienes me conocen saben que yo más que humilde, soy una persona que sé de dónde vengo, lo que Wanderers y el fútbol me entregaron y lo que yo también pude darle a la institución. De 'Gallego' Pérez puedo decir que fue un gran entrenador y persona, mientras que del 'Villa', tengo claro que todo lo que está disfrutando se debe a su esfuerzo, constancia y enorme profesionalismo', asegura Olivares, aunque sin olvidar a otros futbolistas que, según él, no pueden ser dejados de lado: 'Esto de quién es más y quién es menos es muy incómodo, yo no entendería la mala memoria si figuras como Jorge Dubost, Jesús Picó, René Quitral o Reinaldo Coloma fueran olvidadas'.
Pero el mejor arquero de todos los tiempos en el Decano está orgulloso de Villarroel y con nostalgia recuerda los años en que, el en ese entonces pequeño Moisés, llegó para probarse en el complejo de San Roque.
'Siempre fue un chico de mucho esfuerzo. Venía de una familia humilde y las ganas de salir adelante las demostró desde el primer día', recuerda el exgolero, quien da a conocer una anécdota bastante especial y que podría comenzar a explicar la cercana relación que ambos ídolos mantienen hasta hoy.
'En ese entonces yo tenía unos buses que hacían el recorrido Forestal-Valparaíso. Tras conocerlo y saber de sus ganas por triunfar, le dije a mis choferes que no le cobraran el pasaje y que lo llevaran gratis, más aun pensando que para llegar a Playa Ancha tenía que bajarse en la Aduana para luego tomar otra micro camino al estadio Valparaíso', rememora Juan Olivares. Sin embargo, él mismo aclara que 'son solo detalles que se me vienen a la memoria, porque lo que realmente me gratifica es saber que a lo largo de su carrera escuchó mis consejos y varios de ellos los aceptó'.
Olivares asegura que 'desde chico Villarroel fue siempre el que llegaba primero a los entrenamientos y el que se iba último… un jugador técnico no era, pero siempre demostró tener un corazón enorme'.
'Era un niño que en sus inicios hablaba poco, pero en la cancha se hacía respetar… supo aprovechar la oportunidad que le entregó la vida hasta transformarse en uno de los ídolos de la institución, jugar el Mundial de Francia y consolidar una hermosa familia', explicó el exguardavallas de los verdes y de la Selección Chilena.
Respecto de lo que viene, Olivares no duda que Villarroel seguirá triunfando: 'Es un tipo inteligente y se ha preparado para esta nueva etapa… sabe que todas las cosas buenas que ha vivido como futbolista profesional, primero las tiene que volcar a los niños para luego dar un salto a entrenador de equipos adultos'.