Ante el revuelo que generó el caso de la familia de músicos porteños conocidos como 'Los Rojelios', y tras el envío de una serie de cartas a favor y en contra de la determinación del Juzgado de Policía Local, que dispuso la reclusión nocturna por multas impagas de Andrea Aguirre y Fernando Campos, este Diario quiso indagar en la situación que aqueja a las hijas de la pareja, quienes por opción de sus padres no asisten de manera regular a un establecimiento educacional y suelen acompañar a sus progenitores cantando son cubano en la calle.
Más allá de la decisión de no enviar a las niñas a la escuela, existe preocupación del Servicio Nacional de Menores (Sename) por una eventual vulneración de los derechos de las pequeñas, razón por la que un Tribunal de Familia determinó la derivación del caso a un Programa de Intervención Especializado (PIE).
'La educación de los niños es un derecho que está establecido en la Constitución. En ese sentido, cuando los niños están desescolarizados se estima que existe una vulneración a sus derechos por lo que se solicitan medidas de protección. En el caso de las hermanas Campos Aguirre, el Tribunal de Familia determinó su derivación a un PIE, que es ejecutado por un organismo colaborador que contempla la supervisión psicosocial de las niñas y su entorno familiar', consignó el director regional del Sename, Esteban Elórtegui. Agregó que la entidad a cargo de supervisar la situación de las hermanas ha entregado varios informes, pero que el trabajo aún no ha terminado.
Sobre el tema, la madre de las gemelas de nueve años, Andrea Aguirre, defiende la opción que como familia tomaron tras 'decepcionarse del sistema educacional', ya que este no contemplaría la educación artística que desean para sus hijas.
'Ellos han luchado con nosotros para que las mandemos al colegio, pero nosotros no estamos de acuerdo con eso; después de trabajar durante años como profesores de música nos decepcionamos del sistema. Mientras estén dando exámenes libres, tengan buenas notas y participen de diversos talleres que les permiten conocer a otros niños no vemos cuál es el problema', manifestó la artista, quien agregó que si las niñas cantan en la calle es porque así lo desean y que en ningún caso han sido obligadas a hacerlo.