Entrega de medallas abrió las celebraciones por los 187 años
prensa. El Mercurio de Valparaíso distinguió a los trabajadores que cumplieron 10, 20 y 40 años de labor en la empresa. El viernes realiza su cambio de folio.
mónica zamora
Un nuevo cambio de folio se aproxima para el diario más antiguo del mundo en idioma español, fundado el 12 de septiembre de 1827, y las celebraciones partieron con la distinción a aquellos trabajadores que cumplieron una década más en este medio de comunicación.
En la ocasión, el principal homenajeado fue el recepcionista José Pradena Bastías, quien cumplió 40 años trabajando en El Mercurio de Valparaíso, por lo que se llevó su merecida medalla de reconocimiento a cuatro décadas de incesante labor.
En la ceremonia, Pradena recordó que en 1974 'era jugador de Everton y en Viña del Mar me habían adelantado que en junio me harían mi primer contrato como futbolista profesional. Sin embargo preferí venirme y pasar a formar parte de la familia de El Mercurio, y ciertamente no me arrepiento'.
El 1 de abril de aquel año, el hombre de las cuatro décadas de trabajo llegó a este Diario para repartir los ejemplares a los suscriptores y asear el histórico edificio de Esmeralda 1002. 'Luego, y por dos años fui junior de los periodistas, para luego ser derivado al servicio del gerente'.
Posteriormente fue trasladado al turno nocturno de la central telefónica del diario, lo que calificó como 'una experiencia inolvidable', agregando que 'hoy con orgullo puedo decir que llevo más de 30 años en la central telefónica y seis como recepcionista, atendiendo al público que sigue considerando a El Mercurio de Valparaíso como parte de su diario vivir'.
Justamente en su trabajo telefónico nocturno tuvo lugar una de las anécdotas que recuerda con mayor orgullo, cuando en 1978, 'mirando los teletipos o cables que llegaban a eso de las dos de la madrugada, me fijé en uno que hablaba sobre la muerte del papa Juan Pablo Primero. De inmediato le avisé al jefe de talleres de la época, quien rápidamente cambió el titular de portada, siendo El Mercurio de Valparaíso el único diario que alcanzó a llevar la noticia'.
En la ocasión, Pradena también recordó el terremoto de 1985, que lo sorprendió trabajando, así como a 'amigos que ya no están y cambios producto de la modernidad y las nuevas tecnologías'.
En la ceremonia también se le brindó un reconocimiento a la ejecutiva de ventas, Myriam Ramírez Kittelsen, quien enteró dos décadas en la empresa; al periodista Rodrigo Ogalde Cofré, a la coordinadora del Club de Lectores, Janis Insulza Saavedra, y al supervisor de ventas calle, Patricio Galaz González, quienes cumplieron 10 años de trabajo.
El encargado de reconocer a estos cinco destacados funcionarios fue el presidente de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, quien recordó que 'en su larga existencia, el Diario ha sido testigo y también ha sufrido las catástrofes que cada cierto tiempo afectan a la ciudad de Valparaíso'.
Es así como 'en el gigantesco incendio de 1843, que consumió numerosos edificios en lo que hoy es la calle Prat, nuestro diario perdió completamente su sede, en la esquina de Urriola', en tanto que 'en 1920, el actual edificio sufrió un incendio que consumió los tres pisos superiores, prontamente reconstruidos', dijo Edwards.
El presidente de la empresa recordó que 'este año, la ciudad ha sido afectada por un terrible incendio que también ha golpeado a nuestro personal y a familiares. Son ejemplos de pruebas que forman ese temple con el que nos aproximamos a enterar dos siglos'.
'Mantenemos y mantendremos invariable nuestra vocación de servir al desarrollo integral de la Quinta Región'