Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre el diez y el quince por ciento de las personas activas del planeta son víctimas de acoso laboral en la actualidad.
Las cifras difieren bastante entre países y continentes. En algunas naciones asiáticas y africanas, por ejemplo, se ha calculado que este tipo de maltrato afecta al setenta por ciento de los trabajadores, mientras que en México y Centroamérica a uno de cada dos. Ni siquiera en Estados Unidos y la Comunidad Europea, donde se encuentran algunas de las sociedades más avanzadas en materia de regulaciones laborales, este tema queda al margen, ya que en ellas el acoso afectaría al diez por ciento de su población.
En Chile no existen mediciones concretas, si bien la última encuesta nacional de Calidad de Vida y Salud reveló que el 9,4% de los hombres y 7,6% de las mujeres reconocen haber sufrido al menos una vez en su vida algún tipo de maltrato en su lugar de trabajo.
Pero los especialistas desconfían de los datos oficiales. Ya que estiman que la mayor parte de los casos de abuso laboral no llegan a ser conocidos por las instancias fiscalizadoras.
Entre ellos el académico de la Universidad de Valencia, Pedro Gil-Monte, quien además es profesor invitado del programa de Magíster en Psicología del Trabajo, mención Psicología de la Salud Ocupacional, que imparte la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso.
Dimensiones
Para Gil-Monte, quien ha dirigido varios proyectos de investigación y escrito una decena de libros sobre el denominado Síndrome de Quemarse por el Trabajo o burnout, un adecuado análisis del impacto que tiene el acoso laboral debe considerar, necesariamente, factores como las condiciones del entorno o del lugar físico, los vínculos que se establecen entre los propios compañeros de trabajo, la relación entre jefes y subordinados, la interacción entre trabajadores y clientes, el diseño de las tareas que se ejecutan, la carga de tareas y los horarios, entre otras cosas.
En su opinión, el acoso laboral debe ser entendido como un proceso en el que convergen tres dimensiones: una físico-tecnológica, una social y una personal, las cuales se superponen entre sí como si fueran círculos concéntricos. "El acoso surge en la dimensión social, siempre a nivel psicológico y en base al contexto laboral y los roles profesionales que se definen en una organización", asegura el profesor invitado de la UV.
Qué es y a quiénes afecta
En nuestro país la ley define al acoso laboral como toda conducta que constituya agresión u hostigamiento reiterados ejercidos por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros trabajadores, mediante cualquier medio, y que tenga como resultado para él o los afectados su menoscabo, maltrato o humillación, o bien que amenace o perjudique su situación laboral o sus futuras oportunidades en el empleo.
En general, las víctimas de estas conductas tienen un perfil definido. En su mayoría se trata de personas bondadosas e inseguras o de excelentes trabajadores que por su desempeño sobresalen y generan envidia en otros. También pueden ser profesionales que buscan modificar la cultura de la empresa, algo que suele despertar un claro rechazo.
El paradigma suele ser la mujer de 36 años de edad promedio, separada y con hijos, y donde más se da es en organizaciones públicas o privadas regidas por la jerarquía y obediencia.
Medición de riesgos
Este instrumento considera cinco áreas: exigencias psicológicas, trabajo activo y desarrollo de habilidades, apoyo social, compensaciones y doble presencia.
A juicio del profesor Demicheli, se trata de una herramienta de gran utilidad, "porque al ser obligatoria permite establecer un diagnóstico sobre cuál es el estado real de la salud o vulnerabilidad psicológica en el trabajo. Así los organismos pertinentes podrán recopilar la información necesaria para solicitar medidas correctivas y lograr mejoras".
El Magíster en Psicología del Trabajo, mención Psicología de la Salud Ocupacional, que imparte la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso, es el único en esta disciplina que se dicta en Chile. Entrega una formación especializada para la gestión de los nuevos problemas y desafíos que traen consigo los diferentes ámbitos de intervención de las relaciones entre las personas y sus contextos laborales. El 29 de septiembre de 2014 se inician las postulaciones para su tercera versión. Más información en
Guido Demicheli ,