Si bien es cierto que ambas localidades parecieran encontrarse en las antípodas en cuanto a fama, desarrollo y cultura, también es verdad que ambas se han visto hermanadas por un acontecimiento tenebroso: la acción del terrorismo.

Pero mientras el atentado criminal ejecutado en París contra los editores de la revista 'Charlie Ebdo' estremeció al mundo, la serie innumerable de acciones terroristas perpetradas en la Araucanía ha conmovido solo a las familias de las víctimas.

Mientras en París concurrieron 44 Jefes de Estado y representantes de gobiernos a expresar el enérgico repudio del mundo civilizado contra el terrorismo, en la Araucanía ni siquiera el Gobierno ha tomado la decisión de reprimir, con los medios que provee la Constitución y las leyes, la crueldad y el ensañamiento que practica una minoría para atacar a indefensos.

Mientras en París, el gobierno francés denunció el carácter terrorista del atentado y movilizó, no solo a la policía sino también al Ejército, para descubrir y castigar prontamente a los responsables, en Chile el gobierno no solo ha hecho oídos sordos a los justos reclamos de las víctimas sino que ha otorgado a los victimarios patente de corso al declarar imprudentemente que solo se trata de un conflicto social y que por eso no aplicará la legislación antiterrorista. Esta sola declaración atenta contra los Arts. 6º y 9º de nuestra Carta Fundamental y hace pasibles a las autoridades de ser acusadas en juicio político por haber comprometido gravemente la seguridad de la Nación y por haber infringido abiertamente la Constitución y las leyes.

Mientras en Francia se ha protegido con ejemplar denuedo la vigencia del Estado de Derecho, la Araucanía es una parte de nuestro territorio donde han desaparecido las garantías mínimas de seguridad, de protección a la población y de respeto a la ley que exige la vida civilizada; donde la policía es atacada impunemente por los terroristas y debe abandonar la protección de las personas que se le había encomendado. Donde reina el terrorismo, donde sus acciones se repiten día a día sin que la autoridad sea capaz de reprimirlo, donde la policía debe huir para protegerse, donde la ley y la justicia son palabras vanas y donde el gobierno se abstiene de intervenir eficazmente, rige en los hechos un estado de barbarie pero no un Estado de Derecho.

La señora Presidenta de la República, frente a una situación que no ha logrado resolver hasta ahora, debiera convocar al Consejo de Seguridad Nacional -que tiene por misión específica asesorarla en esta materia conforme al Art. 106 de la Constitución y, ciertamente, observar sus recomendaciones en procura de restablecer en la Araucanía el Estado de Derecho cuyo menoscabo es público y notorio y preocupa a todo el país.

El crecimiento poblacional y de actividades de Concón, que ya suma más de 50 mil residentes permanentes a los cuales estacionalmente se suma una cantidad superior, se traduce en diversas demandas de servicios.

Los más importantes son los relativos a salud y seguridad. En el primer aspecto hay logros, no siempre satisfechos, con el Centro de Salud Familiar, cuyas prestaciones acusan mayor demanda en la temporada de verano.

En cuanto a seguridad los requerimientos han aumentado en los últimos tiempos debido a la extensión de la comuna, 76 kilómetros cuadrados, que incluye áreas rurales, a las nuevas áreas habitacionales y, también, a una mayor presencia delictual.

Preferentemente, los delincuentes han venido actuando en zonas residenciales aisladas afectando los bienes y la seguridad de las personas.

Por otro lado, el crecimiento poblacional va acompañado de un aumento en el tránsito de vehículos particulares y de servicio público junto a los problemas que ello significa

Atendiendo a esta realidad Carabineros subió de categoría a la Subcomisaría del sector, elevándola a la condición de Comisaría. Ello implica aumento de dotación y nuevos elementos de trabajo.

Sin embargo, esta resolución administrativa de la superioridad policial ha significado mayores necesidades de espacio para desarrollar en forma expedita la tarea de los funcionarios. Es así como están en marcha los trabajos para levantar un nuevo cuartel. En visita a esas obras el alcalde, Oscar Sumonte, el intendente subrogante, Omar Jara, y el jefe de la V Zona de Carabineros, general Julio Pineda, constataron que hay un avance del 25% en los trabajos, lo cuales deberían estar terminados en septiembre próximo. La inversión en la obra es superior a los 2.100 millones de pesos.

Este nuevo local, con su nueva jerarquía, debe considerarse como una base de operaciones para el desarrollo de la tarea policial. Si bien es importante la materialidad de una sede adecuada, lo que la comunidad pide de las policías en una mayor presencia en terreno. Esa presencia con personal de infantería o vehículos genera un entorno de seguridad para la población y es un factor disuasivo para la delincuencia. Junto a lo anterior, es fundamental la reacción social ante el delito mediante la denuncia oportuna y el autocuidado.

De este modo el mejoramiento de las instalaciones policiales, sus nuevas dotaciones y las estrategias que deben estructurar sus funcionarios son un aporte acorde con el crecimiento poblacional y el desarrollo general de la joven comuna de Concón.