El futuro con la "Internet de las Cosas"
transformación. La próxima evolución de Internet implica la interconexión de múltiples dispositivos a la nube de Internet.
Hasta el momento, hemos usado Internet fundamentalmente como una forma de conectar a las personas entre sí, permitiendo que nos comuniquemos por audio y video, nos enviemos mensajes instantáneos de voz y de texto, compartamos fotos, opiniones y hasta nuestra ubicación geográfica, a través de las redes sociales.
En paralelo, los objetos cotidianos que nos rodean -poco a poco- están siendo diseñados con diferentes sensores y alarmas automáticas para indicar su condición de funcionamiento. Por ejemplo, los nuevos automóviles son cada vez más sofisticados porque utilizan sistemas computacionales que miden de manera continua los niveles de aceite, la condición de los frenos, el nivel de la temperatura del motor y el desgaste de algunas piezas relevantes, dando aviso oportuno para su mantenimiento y eventual reposición. Los llamados edificios inteligentes son capaces de controlar el acceso de las personas, así como la temperatura y la iluminación del ambiente de trabajo, de manera automática. Ya no es novedad la tecnología RFID para detectar objetos que pasan por portales, y que actualmente se utilizan como TAG para el pago automático de peajes o como alarma contra robo de prendas en las tiendas. Hace poco, hizo su aparición en el mercado el reloj inteligente, que nos permite llevar un computador en la muñeca, con capacidad de registrar información de nuestro organismo y nuestra actividad física, monitoreando el estado de nuestra salud.
internet de las cosas
La mayoría de estos dispositivos están actualmente desconectados entre sí, o bien están conectados a una colección dispersa y limitada de redes diferentes y con distintos fines. La próxima evolución, la "Internet de las cosas" ("Internet of Things" o "IoT") corresponde a la interconexión de estos dispositivos a la nube de Internet, de tal manera que puedan ser controlados de manera sencilla, por los usuarios, desde un computador fijo o desde un teléfono móvil, y monitoreados a través de una red única, de manera remota y desde cualquier lugar.
A medida que este concepto evoluciona, los dispositivos domésticos y máquinas de trabajo irán siendo diseñados bajo la modalidad "IoT", incorporando sensores cada vez más sofisticados, mayor conectividad e inteligencia, para entregarnos mayores niveles de seguridad, análisis y control. Actualmente, es posible colocar sensores pequeñísimos en objetos, plantas y animales, y solo falta conectarlos a Internet de tal manera que estos datos sean monitorizados a distancia, de manera automática y registrados en un servicio online. Se estima que actualmente existen 10 mil millones de objetos conectados a Internet, y que en el año 2020 llegaremos a 50 mil millones de objetos conectados a "la nube", que serán capaces de registrar datos diversos, y comunicarnos información personalizada, dado que cada uno de ellos tendrá una dirección IP específica que permitirá reconocerlos y administrarlos.
Beneficios
Refrigeradores que notifican (a un teléfono celular) la necesidad de comprar lechugas o reponer el yogurt que está vencido, o incluso sugerir recetas dados los ingredientes que contiene, o termostatos en el hogar, que reconocen cuando nadie está en una casa y regulan la temperatura para ahorrar energía, o ropa que registra la temperatura de los niños, y que es capaz de notificarla a sus padres, o una cafetera que puede ser activada cuando el automóvil de los dueños de casa está por llegar a casa, o un macetero que indica el nivel de nutrientes que faltan en una planta, o un inodoro que realiza exámenes de orina, son ejemplos del "Internet de las Cosas" que estarán en uso domésticos cotidiano en el futuro, tal vez en 10 o 15 años más.
Riesgos
Sin embargo, no todo es tan maravilloso. La "Internet de las Cosas", junto con las oportunidades y beneficios que ofrecerá a la humanidad, vendrá aparejada con riesgos en términos de seguridad, privacidad y confianza. Los objetos interconectados podrían ser atacados por hackers para cambiar su configuración o para ser controlados por ellos, o infectados por virus para afectar su rendimiento, o simplemente podríamos estar compartiendo información confidencial de nuestros hábitos y consumos con terceros.
La existencia de muchos ecosistemas interconectados a las redes públicas de Internet provocará una enorme transformación que deberemos comprender cuidadosamente, de tal modo de planificar su incorporación en forma gradual, de manera de integrarla armoniosa y eficazmente en nuestros hogares, en nuestras ciudades y en nuestras organizaciones. En síntesis, "Internet de las Cosas" representa más que un cambio tecnológico; traerá consigo un gran cambio social, que seguirá revolucionando nuestro siempre cambiante modo de vida.
RODRIGO VERGARA BARBAGELATA
Ingeniero Comercial, PUCV
Ingeniero Civil Electrónico, UTFSM
Académico, Escuela de Ingeniería Comercial PUCV