De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte a nivel mundial. En el contexto nacional, la Región de Valparaíso es considerada referente en cardiología, desde aquel 28 de junio de 1968 cuando el recordado Dr. Jorge Kaplan realizó el primer trasplante cardíaco de Chile y tercero en el mundo.
De hecho, el Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar es Centro de Referencia Nacional de Trasplante Cardíaco y Cirugía Cardiovascular, hasta donde llegan a atenderse pacientes no sólo de la región, sino de todo Chile. El problema está precisamente en la rehabilitación de estos pacientes, ya que la mayoría de las personas que hayan tenido alguna intervención cardíaca, se derivan a sus casas y no asisten a sus terapias, en especial quienes viven en otras regiones, por los costos y complicaciones que ello implica.
Conscientes de este tema, la Escuela de Ingeniería Civil Informática de la Universidad de Valparaíso, en conjunto con el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota (SSVQ), la Fundación Dr. Jorge Kaplan y el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, se encuentran desarrollando una iniciativa única en el país que permitirá diseñar una plataforma de rehabilitación domiciliaria monitorizada para atender pacientes que han sufrido algún problema cardiovascular.
Rehabilitación a distancia
El proyecto obtuvo un monto de 150 millones de pesos, correspondientes al Fondo de Innovación para la Competitividad 2015 , FIC, del Gobierno Regional, con el objetivo de diseñar un sistema de telerehabilitación domiciliaria para pacientes cardiacos, a través de un software que permitirá aplicar un sistema de monitoreo en tiempo real.
Carla Taramasco, académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Civil Informática UV, Dra. en Sistemas Complejos y directora del proyecto, explica que "la región invierte muchísimo en pacientes cardiovasculares dado que somos referentes nacionales. Se hacen diversas intervenciones quirúrgicas, como marcapasos, implantes o trasplantes de corazón, pero los pacientes después se van para la casa, no hay manera de hacerles un seguimiento, menos proponerles una rehabilitación. La idea es tomar a esos pacientes y hacerles un protocolo de rehabilitación adaptado que podamos monitorizar a distancia".
El proyecto considera entregar un Electrocardiograma, ECG, a cada uno de los 30 pacientes que serán incluidos en el programa piloto. Cada vez que los pacientes realicen algún tipo de actividad cotidiana la señal de frecuencia cardiaca será enviada a un grupo de técnicos especialistas y clínicos, quienes podrán desde sus teléfonos celulares u otros dispositivos digitales verificar que no haya riesgo en la actividad física que los pacientes están desarrollando.
En tiempo real
El ECG se compone de dos sensores que podrán enviar señales en tiempo real cuando los pacientes realicen ejercicios cotidianos de rehabilitación en sus casas, lo que permitirá a los científicos monitorizar para que no corran peligro. El proyecto cuenta con la supervisión de los doctores cardiovasculares Oneglio Pedemonte y Lorenzo Merelo, junto a la kinesióloga Paulina Vergara, junto a un grupo de informáticos y electrónicos liderados por la profesora Carla Taramasco, que se encargarán de la toma, envío y análisis de los datos.
"Al llegar los datos al teléfono se podrá verificar la frecuencia cardiaca del paciente, en el caso de que sea anormal se envía una alerta. Nuestro trabajo es hacer que el sistema sea capaz de analizar la señal cuando sale de los rangos normales y enviar una alerta. Este sistema permite mejorar la adherencia a los programas de rehabilitación con un bajo costo, acelerando la inserción social de los pacientes y mejorando su calidad de vida", explica Taramasco.
Ampliar la cobertura
Según la profesora, el impacto del proyecto es doble. "Vamos a rehabilitar a los pacientes que hoy no lo pueden hacer, pero además desarrollaremos un sistema que permitirá ampliar la cobertura, tratando al 100% de los pacientes cardiópatas que tienen los servicios en la región", asegura.
El proyecto tiene un año para su implementación, periodo en el cual según PhD. Taramasco "se comprarán los ECG, se desarrollará el sistema que permita recibir y analizar la señal para el seguimiento de pacientes y envío de alertas y los algoritmos de análisis de las señales. En esta etapa inicial el equipo clínico desarrollará el plan de rehabilitación y en paralelo diseñaremos el sistema de monitoreo, para luego comenzar a trabajar con los pacientes".
La investigadora señala que la iniciativa busca convertirse en "un nuevo modelo de atención que genere un aporte clínico para los pacientes. El objetivo es mostrar que la rehabilitación maximiza la intervención, con la idea de integrar a los pacientes a sus actividades cotidianas y devolverles una calidad de vida como la que tenían antes. Queremos demostrar que somos capaces de generar sistemas de monitoreo a distancia que nos permitan cuidar a estos pacientes en sus procesos de rehabilitación, lo cual no existe en Chile".