Emprendedor entra en el negocio del etanol para estufas
Limache. Diseña y construye sus propios modelos que buscan imponerse como alternativa ecológica.
El uso masivo de leña para calefaccionar hogares está asfixiando a varias ciudades del país, cuyas autoridades han impuesto -o estudian hacerlo- restricciones a la quema. Anticipándose a la posibilidad de que dicho escenario se replique en un futuro cercano en nuestra región, es que el emprendedor limachino, Igor Schackels, está desarrollando su negocio de diseño, producción y venta de estufas a etanol y de distribución de este biocombustible.
A través de su empresa familiar, Biostove, junto a su esposa Myriam Cantillana, buscan imponer sus modelos como una alternativa ecológica de calefacción. "La principal ventaja es que es un combustible que no contamina dentro de los hogares y eso es cada vez más importante para la salud de las familias. De hecho, el objetivo de haber formado esta empresa es también ayudar a dejar un legado a las nuevas generaciones".
La idea nació hace casi dos años, aunque durante 2015 la empresa se formalizó y obtuvo la resolución del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para distribuir el etanol, el que compra directamente a importadores.
Schackels dice ser consciente que el costo del etanol hoy es más alto que otros combustibles para el consumidor final, pero confía en que a mediano plazo se revierta. "El costo de lo ecológico es más caro y eso hace más difícil introducirlo, y por eso es que el uso del etanol no se ha masificado, pero la idea es ir en esa dirección. Hemos abaratado costos de los modelos que nosotros mismos diseñamos y fabricamos".
Hasta ahora, la mayor parte de sus clientes son de la provincia de Valparaíso y de Marga Marga, quienes han visitado su sitio www.biostove.cl o que han conocido por terceros estos innovadores productos. Sin embargo, la empresa espera posicionarse muy pronto en toda la Región de Valparaíso.
El etanol es un compuesto químico que se obtiene de la fermentación de los azúcares y que puede usarse como biocombustible. Una estufa de la marca regional Biostove calefacciona, en promedio, entre 40 y 50 metros cuadrados, y no reseca los ambientes. Un litro de etanol bordea los $ 1.350 pesos y a máxima capacidad de combustión para calefacción puede durar hasta 2,45 horas.