Chile terminó aplastando a Venezuela en la Copa Davis
TENIS. Con la serie definida desde el sábado, ayer Sáez y Lama terminaron por estructurar el definitivo 5-0.
Cuando las series de la Copa Davis quedan definidas en la segunda jornada con el partido de dobles, el último día suele ser de relleno o "por cumplir".
Pero en el caso de la confrontación de Chile con Venezuela, los dos últimos singles eran mucho más que eso. Y es que tanto Juan Carlos Sáez como Gonzalo Lama forman parte de la esperada generación de recambio en el tenis chileno y, por lo mismo, sus duelos sirven para sumar experiencia y confianza en el equipo nacional, donde ambos tenistas disfrutaron sus partidos para lograr los dos puntos que faltaban en la llave.
El primer turno fue para Sáez (241°), quien se midió ante el debutante de los llaneros, Miguel Ángel Este (1746°), de 17 años de edad. Y a pesar de las diferencias de ránking y de edad, el venezolano logró complicar al chileno en varios pasajes del encuentro.
Además, Sáez cayó en varios erros no forzados que alimentaron las esperanzas del tenista forastero, pero no supo aprovechar las instancias en que el chileno bajó su nivel. Al final, y en apenas 1 hora y 27 minutos de partido, el jugador criollo se quedó con el cotejo y el cuarto punto para Chile con parciales de 6-3 y 6-2.
Luego fue el turno de Gonzalo Lama (375°), que saltó a la arcilla del Club Palestino de Las Condes para medirse con Jordi Muñoz-Abreu (1028°). Y el nacional no tuvo inconvenientes para dar cuenta del venezolano en dos sets por 6-1 y 6-3.
De esta manera, Chile estructuró una serie perfecta frente al cuadro llanero, volviendo en gloria y majestad a la Zona Americana I, ya que suma cuatro series consecutivas ganando por 5-0 (Paraguay en 2014, y Perú, México y Venezuela en 2015).
Pero ese no es el único número azul que consiguió el equipo chileno, ya que los capitaneados por Nicolás Massú alcanzaron 21 triunfos de manera consecutiva en la Copa Davis.
Ahora, Chile deberá esperar el sorteo del próximo miércoles, el cual determinará el rival del siguiente encuentro.