Apostando por un mejor futuro porteño
Conocida es nuestra ciudad por haber sido desde sus inicios pionera en diversos campos, la primera Bolsa de Valores, el primer Cuerpo de Bomberos, el primer servicio telegráfico, la primera prensa litográfica, el primer diario de habla hispana, la primera escuela laica del país, el primer equipo de fútbol y tantos otros hitos que fueron producto de la creatividad de ciudadanos nacidos en el puerto o de porteños por adopción, atraídos por esta ciudad tan cosmopolita en sus orígenes, condición que fue forjando esta identidad tan particular y única del porteño.
Sin embargo, lamentablemente, esta ciudad tan pionera ha ido perdiendo esa característica fundadora, ya sea por la gravitación desmedida de Santiago, que ha incentivado la migración a la capital de personas y empresas, como porque hemos sido azotados por hechos lamentables y desgracias todo lo cual nos ha conducido a un decaimiento que se expresa en pobreza, basurales y en definitiva en pérdida de bienestar para todos.
Es precisamente en medio de esta desesperanza en la cual surge, otra vez en esta ciudad entrañable, un acto pionero que nos permite recuperar el optimismo y dar las gracias por poder avizorar un futuro más auspicioso.
Me refiero al esfuerzo desarrollado por el Dr. Ramón Latorre -Premio Nacional de Ciencias- y su equipo del Centro Interdisciplinario de Neurociencia, proyecto que él prefiere llamar "un sueño proyectado a muchos años "el cual se traduce en la puesta en valor del ex edificio Severín.
Éste forma parte de los hitos fundacionales de nuestra ciudad, y que con financiamiento aportado, tanto por el gobierno regional como por la Universidad de Valparaíso y el Ministerio de Obras Públicas permitirá, no solo acoger a más de 150 investigadores, sino que su auditorio con capacidad para 200 personas estará abierto al entorno del barrio puerto, ofreciendo diferentes actividades las cuales se proyecta atraerán a más de dos mil visitantes.
Celebramos esta inyección de vitalidad, especialmente para un sector que desde tantos años viene esperando se concreten tantas promesas de revitalización del casco histórico y podamos decir adiós definitivo a tantos concursos públicos para intervenir el sector, a variados financiamientos, como la gerencia del barrio puerto del observatorio Urb-Al, el concurso nacional de diseño urbano del Minvu, por mencionar solo algunos, que no lograron nada para una puesta en valor del entorno de la iglesia de La Matriz y fueron solo un gasto.
El proyecto cuya concreción hoy celebramos nos muestra que el mayor problema para lograr la recuperación patrimonial de nuestra ciudad ha sido la carencia de un modelo y de capacidad de gestión, aspecto que en las fallidas iniciativas que mencionamos fue subestimado y que en este caso particular fue especialmente exitoso.
Joaquín Godoy Ibáñez
Diputado