Alerta ante un penoso accidente
El caso que afectó a un grupo scout en La Dormida es reiteración de hechos que llaman a extremar la seguridad.
El penoso accidente que afectó a un grupo de scout que se dirigía a disfrutar de la naturaleza en el Parque La Campana, alerta sobre las condiciones de seguridad que se deben considerar en este tipo de actividades.
Y esto especialmente cuando grupos juveniles realizan diversas actividades de fin de año, muchas de las cuales son paseos colectivos a lugares campestres o viajes de estudio a diversas partes del país o del exterior.
Estas actividades son importantes pues son formativas y estimulan la camaradería, a la vez que acercan a los jóvenes a la naturaleza, muchas veces maltratada y olvidada.
Sin embargo, estos paseos de grupos encierran riesgos, ya sea en el transporte o en los puntos mismos elegidos para disfrutar del campo o del borde costero.
En el caso concreto del accidente que afectó a un numeroso grupo scout cuando viajaba en un bus por la Cuesta La Dormida, el balance es lamentable, especialmente si se considera que dos niñas jóvenes debieron ser sometidas a la amputación de extremidades. Una huella penosa que requerirá de larga rehabilitación física y mental para evitar que el daño marque toda su existencia.
Estos hechos, desgraciadamente, no son una excepción y se repiten en actividades como las señaladas, incluso cuando ni siquiera hay imprudencia de parte de los afectados.
Dentro de los hechos similares recientes, se recuerda uno de especial gravedad en que fallecieron varias jóvenes estudiantes de un colegio de la capital que hacían un recorrido por una ruta del extremo norte del país.
De cualquier modo en las actividades recreativas mencionadas son fundamentales las medidas preventivas tanto por parte de los organizadores como de los propios participantes.
La elección del lugar, de la alimentación, de los medios de transporte junto a la presencia de personas responsables es ineludible para garantizar una sana diversión en un marco de seguridad. En el caso del accidente del pasado viernes habrá que establecer responsabilidades considerando las condiciones del bus que volcó y las características de la ruta elegida, la sinuosa Cuesta La Dormida.
Los resultados de las indagaciones policiales y las resoluciones judiciales en nada repararán el daño causado al grupo y en particular las traumáticas lesiones sufridas por dos de las jóvenes afectadas.
Con todo, hay que insistir en las medidas preventivas para este tipo de actividades, especialmente, como hemos dicho, en esta época del año en que giras y paseos juveniles de diversas características y extensión son frecuentes.