Cristián Rojas M.
La Universidad Santo Tomás decidió no sumarse al sistema de gratuidad en educación superior que se está tramitando en el Congreso y que se implementará a partir del próximo año, en primer lugar porque al no ser una institución sin fines de lucro, la ley se lo impedirá, y porque difieren de la modalidad planteada, la que además no les da tiempo para ajustarse a las exigencias en caso que quisieran sumarse desde 2016.
El rector de la sede Viña del Mar de la UST, José Weinborn, explicó que, "considerando los anuncios y exigencias que ha informado el Ministerio de Educación, lamentablemente tenemos que señalar que los alumnos tanto de la universidad, como del Instituto Profesional y el Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar, no podrán acceder al beneficio de gratuidad para el próximo año, aun cuando cumplimos plenamente con la normativa vigente y nuestras instituciones se encuentran acreditadas ante la Comisión Nacional de Acreditación".
Pese a ello, Weinborn aclaró que los beneficios que los alumnos reciben, "ya sea becas o créditos estatales e institucionales, no se verán afectados por estos anuncios de gratuidad. Esto ha sido ratificado por el propio Ministerio de Educación, así que pedimos a los estudiantes que estén tranquilos en ese sentido. Los alumnos nuevos también podrán seguir postulando a esos beneficios".
En cuanto a los motivos que llevaron a la institución a tomar esta decisión, el rector explicó que "desde que se entregara el primer anuncio de gratuidad, en el Mensaje Presidencial del 21 de mayo, hemos manifestado nuestro rechazo, básicamente porque se trata de una medida discriminatoria y que, además, plantea exigencias que no están contempladas en la ley y ni siquiera se entrega un plazo razonable para que las instituciones excluidas puedan hacer ajustes internos y adecuarse a esas condiciones, sabiendo que se trata de procesos lentos".
En Santo Tomás, agregó Weinborn, "pensamos que el foco de estos anuncios está errado, ya que dirige el beneficio de la gratuidad a las instituciones y no a los alumnos. Así, se podrían dar situaciones tan ilógicas como que en una familia un hijo pueda acceder a la gratuidad y su hermano no, dependiendo de la institución en la que elijan estudiar, siendo que su condición económica y sus opciones de financiar los estudios superiores son exactamente las mismas".
No obstante la determinación que adoptaron para el próximo año, Weinborn precisó que si las condiciones varían podrían considerar a futuro sumarse a la gratuidad, puesto que "en Santo Tomás existe la voluntad de hacer los ajustes que se nos pidan, pero con reglas claras. Para Santo Tomás, los derechos de nuestros alumnos son lo más importante y haremos todo lo posible por mantenerlos".
Finalmente, Weinborn expuso que dicha determinación los organismos centrales de la UST "la han expresado en las instancias que nos agrupan, como Vertebral (Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados) y la Corporación de Universidades Privadas.
"En las condiciones actuales estamos impedidos de optar a la gratuidad"
José Weinborn, Rector UST Viña del Mar