Juan Carlos Moreno A.
En medio de un presente complejo como el que se encuentra viviendo Santiago Wanderers en la temporada, y ad portas de un fracaso deportivo mayúsculo, resulta importante buscar las razones que de alguna expliquen la irregularidad en que han caído los dirigidos por Emiliano Astorga en este segundo semestre.
Factores que han conspirado contra un mejor rendimiento hay varios; sin embargo, existe uno que destaca de manera especial por sobre el resto: El escaso aporte en juego y minutos en cancha que han tenido los ocho refuerzos que se sumaron en el inicio de la presente campaña.
Nelson Saavedra, Andrés Robles, Manuel Bravo, David Pizarro, Bryan Cortés, Paulo Rosales, Álvaro Ramos y Carlos Muñoz, por diversas razones, han estado lejos de cumplir con las expectativas, complicando no solo la conformación de un equipo cien por ciento titular, sino también impidiendo manejar al cuerpo técnico una mayor variedad de opciones en cada sector de la cancha.
Difícil camino
Lo de este segundo semestre es para el olvido, con refuerzos que no han estado a la altura de lo que el Decano necesitaba para avanzar en Copa Chile o Copa Sudamericana, en donde la participación de los verdes estuvo lejos de lo esperado. En el torneo de Apertura, en tanto, el tránsito caturro ha sido apenas irregular, al punto que hoy no tiene opciones al título e incluso la posibilidad de meterse en la liguilla depende de resultados tan complejos como vencer a Universidad de Chile y Audax Italiano, de manera consecutiva, y en la capital.
Cabe recordar que hasta hace muy poco la elección de los jugadores era también uno de los plus que tenía Emiliano Astorga como DT, situación que en esta ocasión estuvo lejos de ser una realidad.
Las lesiones y el bajo rendimiento de algunos refuerzos ha conspirado en la búsqueda de mejores resultados. Vale decir que solo Andrés Robles y Carlos Muñoz pueden ser considerados titulares, mientras que David Pizarro solo logró estar presente en las últimas tres fechas del Apertura, no sumando presencia en las otras dos competencias debido a molestias físicas.
Lo de Muñoz es llamativo. Fijo en los equipos de Astorga, pero hasta el momento solo ha marcado cuatro veces en Copa Chile y una en el Apertura, por debajo de Álvaro Ramos, quien de manera sorprendente sumó pocos minutos en Copa Sudamericana, y de Ronnie Fernández, quien es el máximo artillero del equipo.
En defensa, Robles ha deambulado entre la última línea y el mediocampo, mientras Nelson Saavedra está relegado a la banca por su bajo nivel. En el medio, Paulo Rosales está lejos de lo mostrado en La Calera, pese a haber tenido el respaldo del entrenador, mientras que Manuel Bravo suma solo 126 minutos en tres torneos y Bryan Cortés no ha logrado dejar atrás les lesiones.
Muy poco para un equipo que soñaba con ser protagonista.