Una vez más el funcionamiento de las máquinas tragamonedas están en el tapete de la información pública. Esta vez, aparte de la discusión de si es posible distinguir entre equipos para la destreza manual o si son de azar, lo que sería ilegal, se ha denunciado que muchos locales de Valparaíso exceden el número de máquinas permitidas y que muchos o no cancelan los derechos municipales o si lo hacen, es respecto de un número ínfimo de los equipos.
La denuncia fue planteada por la concejala Paula Quintan, que afirma que se ha detectado que varios locales de las avenidas Pedro Montt y Uruguay no cumplen con sus obligaciones respecto de las máquinas de manualidades y de destreza, ya que se pueden conceder permisos específicos para este objetivo, como también de los locales que tengan patente de bazar, a los cuales se les permite contar con un máximo de veinte unidades.
Aparte de que muchos de estos superan ampliamente el mínimo, algunos con mas de cien, eluden los derechos municipales, que solo pagan por los 20 permitidos, eludiendo cancelar sobre el resto y tal como lo destaca la concejala, las pérdidas del municipio son millonarias, considerando que cada negocio debe cancela una UTM y media mensual por máquina.
La Municipalidad de Valparaíso ha tomado conocimiento de la denuncia, y de acuerdo con lo expresado por el administrador municipal Jaime Varas, se solicitó un informe al Departamento de Rentas y una fiscalización a Inspectoría Urbana y de Cobranzas y además se ordenó un sumario administrativo. En todo caso, Paula Quintana puso los antecedentes a consideración de la Contraloría Regional. Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Gremial de Tragamonedas Populares, Sebastián Salazar, condenó estos hechos y aboga porque se dicte una normativa a nivel del Gobierno central, que considere entre otras medidas la dictación de una normativa común, otorgando una licencia por un organismo público competente. Lo cierto es que se necesita una mayor diligencia en el control de estos establecimientos, considerando que no siempre son de destreza, y que así se infringe las normas sobre los juegos de azar, engañando a los clientes. Cabe tener presente que algunos municipios lisa y llanamente no permiten el funcionamiento de estos locales, alternativa que no debe dejarse de lado.