Atria y Squella piden no repetir error constitucional de Lagos
DEBATE. El primero enrostra a la Constitución neutralizadora del 80 el desprestigio institucional y el segundo que se impondrá la Asamblea Constituyente.
Desde el optimismo moderado de Agustín Squella, que pide "terminar con la mala leche que ha rondado todo el debate del proceso constituyente" y confiar en la labor que desarrollará el Consejo de Observadores recientemente nombrado por la Presidenta, a la desafección desenfadada de un Fernando Atria que considera que con instituciones neutralizadas bajo una Constitución neutralizada queda poco margen de acción para elaborar desde allí una nueva carta fundamental que cambie la forma de administrar el poder, ambos coincidieron en un punto: el mecanismo para reformularla debe ser distinto al que hoy considera la Constitución de 1980. Y es que, aclaran, es la única forma de que este texto se legitime desde la base y no se caiga una vez más en el "error de Ricardo Lagos del 2005" que implique terminar en un "perfeccionamiento constitucional" y no en "una nueva Constitución".
Con esta visión, los académicos, que ayer debatieron sobre el tema en la facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, abren el camino a la Asamblea Constituyente como un proceso legítimo de representación ciudadana.
Así, al ser consultado respecto a si Chile está preparado para una Asamblea Constituyente, el abogado y exrector de esa casa de Estudios, Agustín Squella, cree que "absolutamente, ya que ninguna de las alternativas propuestas es una amenaza. La Asamblea Constituyente es la que crea más anticuerpos, pero creo que finalmente, más allá de lo que piensan unos y otros, será la que va a terminar imponiéndose".
Explica que la Asamblea Constituyente actuaría "sobre la base de un proyecto constitucional, no con una hoja en blanco, y ese proyecto previo, que discutirá la AC, estará asentado en unas bases que serán el resultado de estos diálogos ciudadanos. Ese es el proceso ¿por qué temerle?".
Amenazas
Para el profesor de la UV no es raro que existan desacuerdos constitucionales "porque vivir en sociedad implica tener desacuerdos", pero sí, agrega, "hay que evitar que estos desacuerdos constitucionales se transformen en conflictos, y estos en enfrentamientos".
Y aunque valora el itinerario constitucional trazado, considera que es un poco largo. "Pero si hubiera sido más corto la derecha estaría criticando que las cosas se están haciendo con premura. Tampoco tiene contenidos constitucionales predeterminados, lo que me gusta mucho. La derecha critica señalando que hay incertidumbre, pero si el gobierno hubiera cometido el error de decir estos son los lineamientos se habría criticado que se tenía la Constitución amarrada", remarca.
En esa línea, pide mirar este proceso como una oportunidad y no una amenaza. "En Chile hoy todo es una amenaza, hasta el fútbol cuando el fútbol no es una amenaza para nadie salvo sus dirigentes", remarca.
Finalmente, sobre el Consejo de Observadores cuestiona la ola de críticas. "Este consejo no es de representantes por fortuna, porque los representantes se deben a quienes los nominan y la intención fue hacerlo representativo. Hay que tener un mejor espíritu y confiar que ahí hay gente inteligente de actividades muy distintas que van a ser capaces. Los partidos lo que quieren es tener mandados y darles órdenes. Los partidos están jugando con fuego hace mucho tiempo arriesgando que el desprestigio de los partidos termine dañando a la democracia y quemando la casa", concluye.
Neutralización
El constitucionalista Fernando Atria aclara que "el problema constitucional es que vivimos bajo una forma política neutralizada, producto de la Constitución de 1980, que se ha mantenido durante estos casi 30 años y la solución entonces es una Constitución no neutralizada. Entonces la discusión sobre el mecanismo y de si es posible darnos una nueva Constitución no neutralizada a través de mecanismos que están neutralizados, crea esta situación de que aparentemente no hay salida; porque se ocupa el mecanismo neutralizado que no permite una solución, o se tendrían que ocupar medidas extrainstitucionales que hoy parecen inviables políticamente".
Sobre el Consejo de Observadores le parece bien que haya gente opinando y observando, pero no tiene claro cuál es la contribución. "Ahora parece que no sólo van a observar, sino que también van a sintetizar los resultados de los cabildos en unas bases ciudadanas y eso es una cosa bien distinta de lo que se había dicho al principio, creo que hay algún grado de confusión respecto de lo que este consejo va a hacer", advierte.
Para Atria una campaña de educación cívica implica autoeducación. "Lo que produce educación cívica es que haya ciudadanos discutiendo y conversando sobre el problema constitucional, conversaciones que después se multiplica geométricamente, esa es la idea".
"Los partidos quieren tener mandados y darles órdenes; están jugando con fuego y arriesgando que el desprestigio de los partidos termine dañando a la democracia"
Agustín Squella, Abogado y profesor UV
"O se ocupa el mecanismo neutralizado que no permite una solución, o se tendrían que ocupar medidas extrainstitucionales que hoy parecen inviables políticamente"
Fernando Atria, Constitucionalista