Respuesta a Squella
He leído su entrevista del suplemento 141 años de Viña del Mar, publicado por este medio el pasado domingo. Comparto en general sus apreciaciones sobre la ciudad que requieren urgentes respuestas y quizás ya no haya tiempo de parte de las autoridades locales, pero sí de la ciudadanía que deberá pronto pronunciarse.
En lo que no puedo estar de acuerdo es en su frase: "La gestión de una ciudad tiene que estar en manos de personas ilustradas, íntegras, comprometidas, y no de publicistas que andan vendiendo cosas tan vagas y vanas como la "imagen país", la "imagen ciudad y cosas así." Es cierto, la ciudad debe estar en manos de gente ilustrada, íntegra y comprometida, pero ello no tiene que ver con el ámbito del marketing y la publicidad que represente ignorancia o superficialidad como usted lo señala; porque el valor de la identidad y la imagen es tan sólida o liviana, como la Filosofía del Derecho en relación a su implementación jurídica.
La identidad debe ser una representación de la realidad y es allí donde adquiere valor, por lo que no existe contradicción alguna. La Ciudad Jardín fue una identidad que representaba a Viña del Mar; Ciudad Bella es solo una frase, sin sentido, porque no representa nada que la diferencie de otras, que es lo propio de la identidad. Toda ciudad quiere ser bella, pero eso no le da un carácter propio. Por lo tanto, hay una tremenda diferencia entre uno y otro, de la misma manera como no podemos juzgar a los abogados por barbaridades del derecho, tampoco a los profesionales del marketing por esta barbaridad.
Patricio Young Moreau
Agradecimiento
Quisiera, a través de este medio, manifestar nuestros sinceros y profundos agradecimientos a todas esa cadena humana cercanos y anónimos que mediante una oración, una palabra, un buen deseo o simplemente sumarse a un a causa, por una mejor vida para nuestra hija Estefanía Donoso Johnson.
Gracias Dios, ella logro ser sometida a un trasplante de riñón-pancreas, sucedido hace ya más de un año, después de muchos años de lucha por su vida. El reconocimiento y valor que contiene el hecho de aquella familia que se "desprendió" y donó los órganos de su ser querido es invaluable. Solo se puede apreciar y valorar cuando se está en la lucha por un ser que vive, pero en pésimas condiciones. Ese acto de donación de vida por otro, sin ni siquiera conocerle y agradecer la bondad infinita que aún existe en este mundo, pero que a veces no la vemos en un sinnúmero de personas anónimas donde el bien común está por sobre todas las fronteras.
Pensando como cristiana, y a horas de celebrar Navidad, que significa renovarse a una vida nueva y a la esperanza, quisiéramos enviar los mejores y mayores deseos de bendiciones a todos los médicos, paramédicos y personas de buena fe con vocación de servicio y en particular a las distintas comunidades y medios que apoyaron esta cruzada humana en pro de nuestra hija y nuestra familia. Queda demostrado que la oración y el esfuerzo sincero mancomunado, sin intereses de ninguna índole, pueden lograr más de lo que el ser humano imagina cuando el bien común es el verdadero anhelo.
María Teresa Johnson
Las Torpederas
Con mucho agrado he leído la columna del alcalde respecto a mejorar este balneario, que es el único que tenemos en Valparaíso. He visto muchas fotos antiguas sobre cómo era esta playa y hoy, la verdad, es que da pena ver el estado en que se encuentra, donde se aprecia que nadie ha hecho nada para mantenerla.
Una forma de ayudar a que no se vea tan fea sería impedir que se estacionen en su interior los enormes buses que llegan desde Santiago. Se podría hacer un parqueadero en el sector de la Piedra Feliz, donde por ahora se explota como acopio de materiales de construcción afeando más el sector.
Pedro Véliz B.
Tompkins
Lamento mucho lo sucedido al señor Douglas Tompkins, quien por mucho tiempo tuvo que luchar contra los chilenos interesados en depredar nuestra naturaleza. A estos señores ya no les quedarían bosques, ya que lo único que les interesa es el dinero. Qué pena su partida, pero nos ha dejado un gran legado que espero que el Estado sepa respetar.
Mónica Rebolledo E.
Dos preguntas
Nuestra fe católica nos enseña que en el instante de fallecer seremos juzgados y evaluados por el supremo juez que es Cristo-Jesús. Desde muy joven he pensado que al llegar al cielo me harán dos preguntas absolutamente obvias y lógicas. La primera: ¿Has encontrado felicidad en tu vida? Contestaría sin dudar y de inmediato que sí. La segunda: ¿Tu vida le ha brindado felicidad a otros? Nunca he sabido dar esta respuesta, nunca estuve tan seguro. Cuánto me amaron y cuánto amé, pero aún puedo contestarla. Todavía estoy vivo y puedo aún fabricar una buena respuesta.
Héctor Chiappinni Chiarella Catequista