Nadie puede dudar de los esfuerzos que ha realizado la Municipalidad de Valparaíso de Valparaíso, desde sus oficinas de patrimonio, y en especial el alcalde Jorge Castro, para lograr los recursos públicos, los emprendimientos privados y, sobre todo, las autorizaciones de instituciones como el Consejo de Monumentos Nacionales, por tratarse de iniciativas que se encuentran ubicadas en una de las áreas principales del sitio declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, para revitalizar el Barrio Puerto.
Son ejemplo de ello los proyectos para la recuperación del Mercado Puerto, la construcción de un nuevo edificio para albergar a las oficinas del sector Vivienda en el lugar donde se levantaba el Palacio Subercaseaux, destruido totalmente por la explosión e incendio del 3 de febrero del 2007, y la remodelación del Palacio Astoreca, con frente a la plaza Echaurren, para radicar allí las oficinas de la empresa Ultramar, que también ha visto retrasado su proyecto por trabas burocráticas y la negativa de Monumentos Nacionales de autorizar la construcción de un edificio contiguo.
Está por terminar el presente año y nuevamente estas obras han quedado postergadas y el Barrio Puerto, en el que se fundó la ciudad y que más tarde concentraría la actividad portuaria y comercial, permanece en decadencia. Pese a sus atractivos para el turismo de interés histórico, todavía es un barrio inseguro, por la estrechez de algunas de sus calles y la proximidad de los cerros, que facilitan la acción de la delincuencia, que parece ser una de las pocas actividades que no ha decaído en el sector. Una excepción a esta inercia de postergaciones, es la futura instalación del del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, que se construirá en calle Severín, detrás de la iglesia La Matriz, donde funcionaron inmuebles históricos, desde que allí se instalaran los jesuitas y más tarde los padres domínicos, donde funcionó el Congreso Constituyente de 1828, sede de las guardias cívicas, y por último, recinto policial. Esta universidad ya instaló una sede académica en calle Serrano y es de esperar que esta otra iniciativa se concrete, tal como las esperadas obras en la manzana que adquirió este plantel , en calles Edwards, Carrera, avenida Brasil, y Blanco, que hoy se ocupa como estacionamiento de vehículos.