Katherine Escalona M.
La inquietud, el deseo de ayudar al prójimo y el espíritu de superación describen al quinterano Sebastián San Martín Donoso, de 21 años, quien a través de su propio esfuerzo logró salir adelante y terminar sus estudios.
Comenzó a trabajar como cargador de jibia hace varios años y ahora, ya terminados sus estudios de prevención de riesgos, se desempeña como asesor de la caleta el Embarcadero de Quintero y trabaja en el Departamento de Educación de la municipalidad de Quintero dando asesoría vocacional y motivacional a los estudiantes.
Desde una cuna de precariedades, Sebastián el menor de dos hermanos, se trazó la meta de, tal como lo describe, "nada es imposible".
Incluso actualmente ganó un proyecto para los pescadores de Quintero, a quienes - dijo- "les retribuí todo lo que me han ayudado".
-¿Cómo llegas a construir tu carrera?
- Yo soy de Quintero, nacido y criado. Vengo de una familia humilde, estudié en centros educativos municipales y salí de 4° medio de un liceo. Cuando egresé no sabía qué estudiar y no me matriculé, solamente rendí la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y me metí a trabajar descargando jibias durante un año completo. Al siguiente, como me estaba yendo bien, comencé a financiar mis estudios.
- ¿Ahí comienza tú tiempo más complejo?
- Sí, ingresé a una universidad privada y saqué un técnico profesional en tres años, eso significó mucho esfuerzo y también logros; después no era descargador sino que era pescador pero para lograr eso me iba a pescar a las 7.00 de la tarde y llegaba a la casa a las 7.00 de la mañana. Me duchaba y me iba a estudiar a Viña, incluso a veces no comía, pero yo sabía que con ganas y esfuerzo siempre se va a tener trabajo; para alcanzar los sueños todo vale la pena. Y así después ya no fui pescador sino que prevencionista de riesgos y ahora cumplo mi rol como asistente.
-¿Cómo podrías describir lo que has logrado?
- Esto es un orgullo para mí y también para mis compañeros de trabajo que son los pescadores, fue por ellos que seguí adelante y logré sacar una certificación en prevención de riesgos para su oficio. Con esto logré una satisfacción para la comunidad pesquera y espero seguir haciéndolo. Me ha costado harto pero con la ayuda de Dios todo se puede.
EL MEJOR DE SU GENERACIÓN
- Y el proceso para lograrlo, ¿cómo fue?
- Entré a hacer mi práctica profesional en la municipalidad de Quintero y tenía que realizar un estudio para defender mi título, un seminario, y gracias al trabajo que tenía se me ocurrió hacer mi proyecto con la pesca artesanal; la asocié la prevención de riesgo y así se creó un taller educativo sobre lo básico en prevención de riesgos y primeros auxilios. Yo expuse a mis profesores de la universidad y realicé la defensa de título, tuve las mejores notas de mi generación con un 6.7 y esta idea, queera algo ficticio, se logró concretar.
- ¿Qué tuviste que hacer?
- Fui harto a terreno, a observar y solicité antecedentes del trabajo de los pescadores y a ellos les prometí que lograría una certificación sin fines de lucro. Ahí comencé a pensar la idea, postulé a unos fondos concursables de Injuv y quedé dentro de los 150 proyectos seleccionados en todo Chile. Con esto, logré cumplir lo que prometí e incluso les compre 600 mil pesos en equipamiento; entre ellos, botiquín, equipo de protección personal y proyector data, pero sin duda lo que más queda es el conocimiento adquirido en el taller de formación práctica.
- ¿Cuánto tiempo de trabajo fue?
- Toda la gestión fue de agosto hasta diciembre y ahora logramos entregar las certificaciones a cada uno de los pescadores que participaron, lo que para mi es un orgullo. Cuando les entregué los diplomas sentí alegría porque yo soy parte de esa comunidad, me llené de gozo, ellos fueron los que me dieron trabajo, me enseñaron la pesca, el cómo podía extraer la jibia y ahora yo les retribuyo siendo un profesional, una mano lava a la otra. Incluso la alegría es mayor porque hay otros pescadores que quieren que yo los asesore, empecé solo y me gustaría tener un equipo de trabajo y dar servicio a más gente de la región.
"Me metí a trabajar descargando jibias durante un año completo. Al siguiente, como me estaba yendo bien, comencé a financiar mis estudios" "Esto es un orgullo para mí y también para mis compañeros de trabajos que son los pescadores, fue por ellos que seguí adelante y logré sacar la certificación" "Hay otros pescadores que quieren que yo los asesore, empecé solo y me gustaría tener un equipo de trabajo y dar servicio a más gente de la región"
entrevista. Sebastián SAN MARTÍN, prevencionista de riesgo: