Iván Poduje Capdeville
Observatorio de Valparaíso
Lamentamos que Andrés Silva intente descalificar el trabajo del Observatorio de Valparaíso y su equipo, apelando a la estrategia más burda posible: asumir que todo tiene un trasfondo político.
Este camino fácil le permite desentenderse de las alertas y críticas que contiene el reporte, que todo indica no ha leído, haciendo afirmaciones alejadas de la realidad.
Primero no es verdad que Valparaíso sea una "zona de riesgo casi completa" como dice. De hecho, este argumento es peligroso ya que ha sido usado demasiadas veces para tapar negligencias ante catástrofes similares. En realidad el riesgo está focalizado en cauces de quebradas y laderas con pendientes sobre 80%, como situación crítica. El problema es que estas restricciones no se respetaron al momento de construir o permitir que se construyeran viviendas mientras era delegado.
Por ello sorprende que presente como logro que 980 familias siguen viviendo en mediaguas ya que antes eran 1.800, omitiendo que muchas lo hacen en campamentos y condiciones muy precarias, y deberán pasar un segundo verano con la amenaza latente de nuevos incendios forestales.
Silva también falta a la verdad cuando se atribuye tareas que no podía haber realizado por carecer de potestad administrativa. Un delegado no puede implementar "un sistema de subsidios" ni menos "garantizar los recursos" para la reconstrucción, ya que estas funciones son privativas de ministerios y la Dirección de Presupuestos.
Si el exdelegado leyera el reporte del Observatorio vería que nuestros juicios se basan en abundante evidencia: más de 20 mapas realizados a partir de visitas y catastros en terreno, imágenes satelitales, digitalización de cartografías de riesgos o fotos tomadas con drones y helicópteros. Además, se daría cuenta que hicimos un seguimiento a la cartera de inversiones con un detalle mayor al Plan de Reconstrucción, concluyendo que se ha gastado menos de la mitad del presupuesto en infraestructura del periodo 2014-2015.
En base a esta evidencia afirmamos que la situación de los cerros quemados sigue siendo precaria y riesgosa, que los bosques han vuelto a rodear asentamientos, que existen viviendas en condiciones indignas y que, salvo por casos puntuales como Los Chonos, no hay obras de mitigación relevantes donde se concentran las viviendas reconstruidas.
Para despejar cualquier duda seria óptimo poder visitar la zona con El Mercurio de Valparaíso y el señor Silva para que respalde en terreno las afirmaciones que hizo en su entrevista de ayer.