Definitivamente el turismo se confirma como una de las actividades económicas y sociales más importantes del país y la Región, alcanzando su punto más alto en la temporada de verano.
Así, la iniciarse en estos primeros días de 2016 la temporada alta, se registra en la zona la llegada de unas 660 mil personas. Es cierto que muchas lo hicieron sólo por el fin de semana largo, pero el flujo de visitantes se mantiene desde diversos puntos del país, especialmente de la capital y del exterior.
Por otra parte, en cifras globales, se estima que esta temporada llegara al país un total de dos millones de visitantes de diversas nacionalidades, aumento del 12% en relación a la anterior. Los principales flujos del exterior corresponderían a argentinos y norteamericanos.
Estas grandes cifras muestran, una vez más, la importancia de la actividad y llaman a seguir trabajando con el fin de mantenerla y acrecentarla. Hemos sostenido que el turismo, con toda su magnitud, es una actividad frágil, sujeta a cambios de tendencias, a variaciones económicas y políticas y, además, a fallas propias de autoridades o empresarios del rubro. Por ello es fundamental mantener una continua y participativa vigilancia con el fin de detectar y resolver con oportunidad esas fallas.
Uno de los temas cruciales es la seguridad en general. Asociado a este aspecto está el tránsito, la seguridad vial, la adecuada señalización en calles y caminos, los estacionamientos y la fluidez de los puntos de control.
En cuanto a este aspecto, el funcionamiento expedito de los pasos internacionales es básico, en particular Los Libertadores, que es la gran puerta de entrada para los visitantes trasandinos. Las largas esperas, los trámites innecesarios, desalientan al turista. Y al referirnos a puntos de control no se pueden omitir los peajes, donde se producen congestiones que terminan anulando las ventajas de las buenas carreteras.
En la seguridad vial misma hay responsabilidades compartidas, tanto de las autoridades que controlan y mantienen las vías como de conductores y peatones. El último fin de semana murieron 15 personas en diversos accidentes de tránsito y, además, se constataron numerosas infracciones de gravedad, como la conducción bajo efectos del alcohol y exceso de velocidad. Cabe entonces, una vez más, llamar al autocuidado, que es el mejor camino para lograr una efectiva seguridad en nuestras rutas y vías urbanas.
Todos estos aspectos forman parte del ambiente básico para mantener el turismo en un plano de crecimiento, teniendo presente que para esa actividad no solo bastan paisajes, clima o espectáculos, también es fundamental un marco de calidad en los servicios y seguridad para las personas y sus bienes.