Bárbara Espejo De Juan
Jean Pierre Léchenne, de 86 años y fanático del fútbol, reside en la parte francófona de Suiza, aunque también domina el italiano y un poco de inglés. De español, sólo admite saber decir hola y chao, según comentó a este Diario cuando recorría en su silla de ruedas el exterior del Palacio Baburizza, ubicado en el cerro Alegre de Valparaíso, como parte del tour que lo llevó por distintos rincones del Puerto luego de desembarcar desde el crucero "Costa Luminosa", que atracó a las 6 de la mañana de ayer en el sitio 3 de TPS.
Admite que la Ciudad Patrimonio de la Humanidad lo ha dejado maravillado, tanto por la arquitectura de las casas y la alegría de la gente, destacando también algunos grafitis plasmados en distintos rincones.
Su ánimo, por cierto, es conocer lo que más pueda, pero no es un objetivo que sólo se plantea como turista, sino como persona, como meta de vida.
Hace un par de años que quedó inválido producto de un accidente, su esposa también dejó de existir hace un largo tiempo y nunca tuvo hijos. Por ello, y sin familia a quien recurrir, se ha dedicado a recorrer el mundo en cruceros, algo que, asegura, puede realizar sin problemas gracias al sistema asistencial y previsional suizo.
- ¿Cuánto tiempo lleva viajando por el mundo?
- Hace muchos años tomé la decisión de salir a viajar, conocer la cultura de otros países, cómo viven y sus costumbres. Por mi situación, me gusta contratar un guía turístico personalizado para no atrasar a las personas y poder hacer las preguntas de mi interés personal. He pasado por mil lugares, tengo el tiempo, no tengo familia ni hijos, y entre estar sentado solo en mi casa, prefiero salir a conocer el mundo.
- Valparaíso fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. A su juicio, ¿la considera como tal de acuerdo a lo que ha visto en otros países?
- Antes de llegar investigué los lugares que visitaría esta vez y me enteré que esta ciudad era un patrimonio. Creo que debe permanecer tal cual está, porque realmente es bello este lugar. Comparado con otras ciudades y países, esta cuidad muestra una diferencia, tiene un hermoso panorama de casas. El hecho de que utilicen los cerros para instalar propiedades no lo he visto en otras partes, es primera vez que veo un estilo así, es muy pintoresco.
- ¿Qué es lo que más le ha gustado de la ciudad?
- Es mi primera vez acá y me encanta que la gente sea tan real, chistosa, alegre, con buena disposición y energética. El arte callejero (grafitis) también lo encontré muy entretenido. Lamentablemente, me queda un día para seguir recorriendo el hermoso Valparaíso. Hasta el momento en todos los lugares que he estado me he maravillado, se han cumplido absolutamente todas mis expectativas. Debo admitir que al pasar por el estadio (Elías Figueroa) de Playa Ancha, me llamó mucho la atención su porte, nunca imaginé que pudiesen tener un buen estadio y en perfectas condiciones. Siempre que llego a una ciudad me gusta conocer la historia del fútbol del lugar, es bastante interesante.
- ¿Se puede comparar Valparaíso con otras urbes?
- En Europa hay casas lujosas, una arquitectura más moderna, es limpio y muy diferente a lo que es acá. Valparaíso, sin embargo, tiene otros atractivos, me ha gustado la vista panorámica que tiene hacia el mar, es espectacular y distinto a lo que he visto en mi vida. La posibilidad que tienen las personas de ver el mar tan cerca y tan directo a la ciudad es maravillosa.
- ¿Qué cuidad le ha llamado más la atención en América Latina?
- El mejor lugar ha sido Brasilia, Copacabana. Como me encanta el fútbol, conocer Brasil, el lugar donde son famosos por el balompié, fue un sueño realmente. Las mujeres también me llamaron la atención, creo que son las más lindas de toda América Latina.
- ¿Hay algo que no puede dejar de hacer cada vez que visita un nuevo lugar?
- Cada vez que visito un lugar me llevo una campana, acá me compré una de cobre. También colecciono gorros con el nombre de la ciudad, y si hay algún producto típico de cada lugar, también me lo llevo. Ayer me subí al ascensor "Artillería", me agradó la experiencia, así que me compré un adorno del ascensor.