Cristián Rodríguez F.
Este mes la Brigada Antinarcóticos (Briant) de la PDI de Valparaíso cumple 40 años. En medio de las celebraciones, el jefe de la unidad, el comisario Pedro Muñoz, reveló cómo es el trabajo a diario de los detectives en una región que se caracteriza por ser una de las con mayor consumo y tráfico de drogas en el país.
Según explica el comisario, esto se debe a la cantidad de habitantes que hay en Valparaíso. "La oferta y la demanda", dice. Sin embargo, no sólo la región mantiene altos niveles de narcotráfico: en los últimos años se ha convertido en la puerta de entrada de la droga que proviene de otros países. Y luego, desde aquí se termina distribuyendo al resto de las regiones.
A modo de ejemplo, el jefe de la Briant explicó que un kilo de marihuana en Paraguay tiene un valor cercano a los US$ 10, pero que en Chile se vende por sobre los dos mil dólares. Por ello es que en Argentina, además, han visto como un negocio internar la droga desde los terrenos paraguayos e ingresarlos a Chile. "En Chile pasamos del uso recreativo de la marihuana al crimen organizado", agregó.
- ¿Cuál es la evaluación en estos 40 años de la Briant?
- Sentimos que esta brigada ha sido un aporte al desarrollo de Valparaíso. No obstante, podemos decir que ahora tenemos hartos problemas con el narcotráfico, pero si no estuviéramos serían mayores. Nuestra labor es dirigirnos siempre a las grandes estructuras familiares dedicadas al narcotráfico, a las organizaciones criminales.
- En ese sentido, ¿es efectivo que la región concentra un alto nivel de tráfico y consumo?
- Efectivamente nuestra región es una de las principales donde se trafica, pero es por la población que tiene. Como es un negocio, el narcotraficante va a estar instalado donde hay más gente. Y donde hay más gente, hay más tráfico, la ley de la oferta y la demanda. Además, tenemos una zona que permite grandes plantaciones de marihuana por el tipo de clima.
- ¿Y la distribución? Al parecer la región es una zona clave para repartir la droga al resto del país.
- Tenemos una de las puertas principales de ingreso de droga, que es el paso Los Libertadores. Lamentablemente, el país consume más drogas de la que produce. No se abastece con la producción nacional, sino no se traería marihuana paraguaya, por ejemplo. La nacional es de mejor calidad porque cuesta tres veces más. Por eso la producción del país no alcanza para satisfacer las necesidades internas.
- Y allí es cuando se importa desde el extranjero...
- Claro. Los narcotraficantes la van a buscar afuera. Paraguay es uno de los principales productores, y Argentina uno de los principales abastecedores. Ellos vieron ese nicho: compran la droga en Paraguay y la internan en Chile. La cadena termina siendo tan larga que pasa por cinco o seis manos hasta llegar donde la señora que vende en las poblaciones.
- ¿Y en el caso de la cocaína, ocurre lo mismo?
- No somos productores. Pero contamos con la ventaja, para los traficantes, que al lado nuestro tenemos dos de los tres principales productores de cocaína en el mundo: Perú y Bolivia. Y ahí la Ruta 5 Norte se convirtió en un afluente. Gran parte de la droga entra por el norte y pasa por La Calera, por ejemplo.
- ¿Y qué ocurre con las bandas? Pareciera que muchas veces se detiene a los "transportistas", pero no a los reales líderes.
- El desafío nuestro es detener a los líderes. Nos dedicamos a investigar blancos. Sabemos que si seguimos al líder, después podemos perseguir hacia abajo. En nuestras investigaciones no quedan libres los dueños de la droga, pero en otras sí.
- ¿Cómo se debiera desarticular una banda por completo?
- Este delito tiene que ser mirado como una empresa. Muchas veces nos centrábamos en el hecho, los metíamos presos pero los dejábamos con todo el capital. Eso hay que detenerlo.
Nuevas drogas
- ¿Qué ocurre con las otras drogas, las sintéticas?
- Es un tema delicado y que llegó a la región. En estos últimos tres años, hay que ser realistas, hemos tenido una explosión de ese tipo de sustancia. Al LCD o al éxtasis se nos han sumado un montón de otras sustancias, y vamos viendo más. Hasta el momento en el país no tenemos producción de drogas sintéticas, lo que puede ser aún más peligroso.
- ¿Por qué?
- A mí modo de ver, esta droga puede ser más peligrosa que las tradicionales. No sabemos la toxicidad ni quién la fabrica. Ya hemos tenido fallecidos por consumo de nuevas sustancias psicoactivas. Hay gente en Valparaíso que importa directamente desde el extranjero, y junto con la Fiscalía ya estamos trabajando en esto.
"Este delito (tráfico) tiene que ser mirado como una empresa. Muchas veces los dejábamos con todo el capital. Eso hay que detenerlo"
"Nuestra región es una de las principales donde se trafica por la población que tiene. El narcotraficante va a estar instalado donde hay más gente"