Fijan fecha para formalizar a excarabinero por caso Avilés
JUDICIAL. En la audiencia, que será en abril, Fiscalía presentará cargos de lesiones graves en contra del expolicía, quien operaba el pitón del carro lanzagua que dejó en riesgo vital al estudiante.
De no mediar inconvenientes, el próximo 19 de abril, en el Tribunal de Garantía de Valparaíso, tendrá lugar la audiencia de formalización de cargos en contra del exsargento de Fuerzas Especiales de Carabineros, Manuel Noya Pavis, por su eventual responsabilidad en el delito de lesiones graves en contra del estudiante Rodrigo Avilés Bravo (29 años), quien fue impactado violentamente por el chorro de un carro lanzagua cuando finalizaba una marcha por el centro de la ciudad, el 21 de mayo del año pasado, resultando con heridas craneanas que lo tuvieron al borde de la muerte. El joven quedó además con secuelas neuromotoras que aún lo mantienen en tratamiento.
Tras casi diez meses de investigación, el expolicía, quien operaba el pitón del vehículo policial que arremetió en contra de un grupo de estudiantes, cuando culminaba una manifestación ciudadana en calle Pedro Montt, a escasos metros de la plaza Victoria, es sindicado como el principal responsable de las lesiones sufridas por Rodrigo Avilés, cuyo caso se transformó en emblemático para el movimiento estudiantil nacional, debido a la violenta represión sufrida por integrantes del colectivo político y social Unión Nacional Estudiantil (UNE).
Pese a que en un primer momento el alto mando de Carabineros insistió en que, conforme a las declaraciones de testigos y las imágenes que mantenía en su poder, "no hubo participación de carabineros", la divulgación -una semana más tarde- de una secuencia aérea captada por un dron contratado por TVN para cubrir las manifestaciones del 21 de mayo, dejaron en evidencia que el carro lanzagua accionó un chorro a 4,5 metros de distancia que impactó violentamente el cuerpo de Rodrigo Avilés, quien azotó su cabeza contra el pavimento, quedando inconsciente en el lugar.
Avilés fue internado en el hospital Carlos van Buren donde fue sometido a diversas operaciones por parte de un equipo de especialistas en neurocirugía, a objeto de estabilizarlo y reducir la presión intracraneana producto de la lesión cerebral sufrida.
Reveladas las imágenes del procedimiento policial, la institución informó la baja inmediata del sargento Manuel Noya, quien manipulaba uno los pitones del carro lanzagua, "por apartarse del protocolo en el uso de este implemento", según declaró el 28 de mayo pasado el general Ricardo Cartagena, jefe de zona de Control del Orden Público, alto oficial que estaba a cargo del operativo en las afueras del Congreso producto del Mensaje Presidencial, quien meses más tarde pasó a retiro.
Los padres del estudiante de Literatura de la Pontificia Universidad Católica, el abogado Félix Avilés y la periodista Soledad Bravo, denunciaron desde el primer momento el ocultamiento de información y la responsabilidad de Carabineros en este hecho. Por tal motivo, la familia presentó una querella criminal en contra de todos quienes resulten responsables en las graves lesiones sufridas por su hijo mayor, de cuyas secuelas aún no logra recuperarse.
Los progenitores, que en su momento fueron recibidos en La Moneda por personeros de Gobierno, han insistido en la responsabilidad del mando de Carabineros respecto a las instrucciones entregadas a la patrulla policial que reprimió con el carro lanzagua al grupo de estudiantes, producto del cual Avilés terminó gravemente herido.
También se está a la espera del sumario que se instruyó al interior de Carabineros, a objeto de establecer eventuales responsabilidades en el mando.
Consultado por este Diario, Félix Avilés confirmó que ya fue notificado de la fecha en que se realizará la audiencia de formalización de cargos en contra de Noya.
Durante los casi 10 meses de investigación en este caso, el fiscal jefe de Valparaíso, Cristián Andrade, ha solicitado una serie de deligencias a objeto de establecer las responsabilidad en este caso, así como determinar si hubo un actuar negligente o doloso por parte del personal policial.
Un equipo del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI perició el carro policial, estableciendo mediciones planimétricas y fijación fotográfica, al mismo tiempo que se interrogó a los cuatro integrantes que operaban el vehículo de Carabineros por parte del fiscal Andrade y su equipo.
Tras el cotejo de diversos antecedentes, el persecutor local consideró que los elementos en carpeta eran suficientes para judicializar la investigación, preliminarmente en contra del expolicía, por su participación en los hechos en calidad de autor.
Cabe consignar que, previo a que se conocieran las imágenes que daban cuenta del desmedido accionar policial durante las manifestaciones, los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Alejandro Navarro (MAS) también presentaron una denuncia criminal ante al Tribunal de Garantía, dirigida en contra de los efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros que fueron dispuestos en el centro de Valparaíso como parte del operativo de seguridad para mantener el resguardo del orden público y evitar desmanes.
La acción de Carabineros fue calificada por los parlamentarios como "violenta y desproporcionada; no se ajustó a la doctrina institucional y se apartaron expresamente de la norma legal", enfatizando que la policía uniformada "ejecutó acciones de represión sin motivo racional alguno, utilizando violencia innecesaria".
"Solicitamos la audiencia de formalización en este caso, la que fue fijada para el 19 de abril por el Tribunal de Garantía de Valparaíso"
Cristián Andrade A., Fiscal jefe de Valparaíso
Excarabinero: "No vi a Rodrigo"
Tras ser desvinculado abruptamente de la institución policial y en la única entrevista que dio a un canal de televisión, el sargento 2° Manuel Noya Pavis (38 años) manifestó que "no fue un error personal", justificándose en que no vio a Rodrigo Avilés cuando accionó el chorro del carro lanzagua N° 44. "No vi a Rodrigo, yolo vi en el suelo. Si me hubiera dado cuenta bajo y voy a ayudarlo...", aseveró. El excarabinero, oriundo del cerro Placeres, declaró a fines de mayo del año pasado que "no salgo a la calle pensando en que voy a hacer el mal". El exfuncionario de la 40 Comisaría de FF.EE. de Santiago se mostró dubitativo respecto a su implicancia directa en el hecho.