El Colegio de Arquitectos Delegación Valparaíso se ha esforzado en el último tiempo para poner en la discusión contingente temas que involucran el desarrollo urbano de las ciudades de nuestra región, con una atención especial en el área metropolitana del Gran Valparaíso, en el cual la problemática urbana adquiere una connotación de enorme trascendencia.

Efectivamente, en este territorio se verifican los mayores conflictos socioeconómicos que involucran a los habitantes con sus lugares de habitación, trabajo, estudio, esparcimiento y otras necesidades básicas del diario vivir. Esta zona es donde las desigualdades sociales, económicas y culturales se desnudan con toda crudeza y nos demuestran -con dolor e indignación- que aún nos queda mucho por construir para acercarnos al anhelado sueño de una ciudad sustentable y armónica, en la que todos sus habitantes gocen con dignidad de cada uno de sus espacios.

En el contexto de esta dinámica es que nuestro Colegio, en conjunto con la Municipalidad de Quilpué, ha organizado una jornada de tres días (13, 14 y 15 de abril próximos) donde autoridades, académicos, estudiantes, actores sociales y comunidades locales se darán cita para discutir, analizar y elaborar propuestas que vayan en beneficio de construir una ciudad moderna, con un alto estándar de equipamiento; en definitiva, la ciudad que tanto necesitamos, sin abandonar el carácter identitario de sus barrios y comunidades.

Las jornadas llevan el nombre de "Primeros Diálogos Ciudadanos; la Región que Queremos", denominación con la que se pretende relevar que todos los ciudadanos, independiente de su condición, han de ser parte de la construcción de sus territorios. Los temas que se tratarán apuntan a esta responsabilidad ciudadana y se abordarán en cinco mesas de trabajo, cada una con un tema específico. A saber:

Gobernanza: cuya tarea radica en debatir acerca de una institucionalidad que favorezca la mejor relación entre el Estado y el territorio, facilitando su gestión y desarrollo.

Movilidad y transporte: indaga y reflexiona en torno a su rol como agente redistributivo de oportunidades y motor de equidad.

Calidad de vida: debate sobre los elementos urbanos que, desde las propuestas públicas, favorecen la habitabilidad y la calidad de los barrios y de los espacios públicos.

Patrimonio: asignando el valor a los bienes materiales e inmateriales que son parte de la identidad del territorio y que conforman el acervo sociocultural de las comunidades.

Política y ciudadanía: centrando el debate en la discusión en torno a la orientación de las políticas públicas que inciden en las ciudades y los conceptos ideológicos que sustentan el andamiaje institucional actual en nuestro país.

Claudio Reyes Stevens

Presidente del Colegio de Arquitectos Delegación Valparaíso

150 años | 8 de abril de 1866

Hacen recuento de las pérdidas por bombardeo

El director de Obras Públicas esta comisionado para formar un estado de las pérdidas sufridas; pero como este cometido no podría llevarlo sin el concurso de los mismos vecinos, les suplica que dejen en la Intendencia todos los datos de los daños en sus inmuebles, ya sea en los cerros o lugares apartados.

100 años | 8 de abril de 1916

En Magallanes se forma nueva compañía naviera

Se informa desde Magallanes que ha quedado organizada en forma definitiva la Compañía de Navegación "La Fortuna", formada por casas fuertes, capitalistas y comerciantes de aquel territorio. Abierto el registro de acciones en la notaría pública de Punta Arenas, estas fueron totalmente tomadas en pocos días.

50 años | 8 de abril de 1966

Tres niños murieron hoy en incendio en P. Ancha

Tres menores murieron carbonizados en la madrugada de hoy a consecuencia de un incendio en la vivienda de material ligero ubicada en Pacífico 814, habitada por el obrero Jorge Norambuena, de 24 años, quien no pudo rescatar a sus hijos Georgina, de 3 años; Eladio, de 2 años; y Solange, de 9 meses. Un tío de los niños quedó grave.

La recomendación de la Comisión Nacional de Productividad de abrir la carga de cabotaje a empresas navieras extranjeras, ha tenido un natural y enérgico rechazo de las empresas navieras nacionales, agrupadas en la Asociación Nacional de Armadores (ANA).

Aunque estas y otras propuestas de esta comisión gubernamental no son nuevas, hoy se está insistiendo en ellas, con el propósito de esta entidad que es el de estimular la competencia a través de 21 medidas. En el caso concreto del que hablamos, los representantes de los armadores piensan que en el rubro cabotaje se generaría un efecto contrario, con una secuela de pérdidas económicas, disminución de los servicios y una fuerte reducción de las plazas de trabajo en una actividad donde hay mucha oferta laboral.

La ley de fomento a la Marina Mercante Nacional, con diversas modificaciones, ha tenido por objeto entregar facilidades a las empresas chilenas, que pagan impuestos, que contratan a personal chileno y que realizan sus inversiones en nuestro país, y así lograr una flota mercante con bandera nacional que sirva a los intereses del país, sobre todos en los periodos de crisis, tal como se ha observado con la disminución de transporte para las exportaciones e importaciones cuando se han registrado conflictos bélicos de envergadura. En las mencionadas leyes y medidas encaminadas al fomento de nuestra marina mercante, se ha estimado como obvio que el cabotaje debe estar reservado a las empresas nacionales.

En relación con la propuesta, el gerente general de la ANA, Ricardo Tejada, precisó que no ven cómo se puede mejorar la productividad del país haciendo que naves extranjeras participen en el cabotaje, las que cuentan con una serie de ventajas, además que se estima que en un 90% de las naves que entrarían en este servicio lo harían con bandera de conveniencia, que tienen costos muy bajos y cuyas dotaciones reciben un 30% menos de remuneraciones que los nacionales, generando más desempleo, ya que hoy de un total de 10 mil marinos mercantes chilenos, sólo unos tres mil están ocupados a bordo.

Debe estimularse la Marina Mercante Nacional para que pueda alcanzar una mayor eficiencia y generar una fuerte competencia y así favorecer a los usuarios, que optarán por los mejores y más baratos servicios, estimulando de esta manera el verdadero fomento para el crecimiento del número de buques con bandera chilena.