Por la vía judicial se está destrabando el avance de uno de los proyectos enfocados al desarrollo del puerto de Valparaíso. Por resolución de la Corte de Apelaciones se confirmó una sentencia de primera instancia que rechazó objeciones a la construcción de un terminal de pasajeros, iniciativa de la empresa VTP destinada a la atención de los viajeros de los cruceros turísticos que recalan en el puerto.
La obra, en el sector costero a la altura de la estación Francia de Merval, contempla una construcción de 5.237 metros cuadrados, con la inversión de US$ 8 millones y tendrá las instalaciones necesarias para atender la recepción y despacho de los viajeros, trámite que actualmente se realiza en antiguas bodegas de Barón. La obra, según la empresa propietaria VTP, permitirá atender simultáneamente el flujo de dos naves y, a la vez, podrá ser utilizada como centro de congresos o convenciones.
Las objeciones a la iniciativa fueron planteadas judicialmente por Jorge Bustos, excandidato a alcalde de Valparaíso, quien insistiendo en su posición presentará un recurso de casación ante la Corte Suprema.
En tanto, las obras retrasadas seguirán adelante y cuentan, afirma Juan Esteban Bilbao, gerente general de TPV, empresa dependiente del grupo Agunsa, con un plan de manejo arqueológico. Este aspecto es importante, pues así vela por los valores patrimoniales del sector, especialmente del subsuelo donde pueden aparecer restos de defensas costeras o de antiguos elementos marítimos. De este modo se está compatibilizando el crecimiento portuario con piezas tradicionales que es posible rescatar y poner en valor.
Desde el punto de vista del desarrollo turístico general de la zona y del país, el mejoramiento de las condiciones para la atención de los visitantes que llegan en los cruceros abre oportunidades para empresas de servicios en los más variados giros, afianzando una actividad de creciente importancia económica.
Esta iniciativa, si bien de baja inversión en el contexto de los grandes proyectos portuarios, se inserta dentro de las inquietudes planteadas por la Cámara Marítima de Chile, que llaman a superar las limitantes en la conectividad de Valparaíso y San Antonio, que afectarían el futuro crecimiento de flujos de carga.
Es esa una mirada a la cual hay que prestar atención para no dejar pasar las oportunidades que ofrecen nuestros terminales en un escenario global del comercio internacional en que la economía no está basada únicamente en producción y extracción, sino que también en servicios como los portuarios.