La práctica deportiva no asegura los beneficios
Mamá, papá: ¿puedo ir al taller de deportes en mi colegio?"... Es altamente probable que, a priori, consideremos que el hecho de que un niño practique algún deporte necesariamente involucra beneficios positivos a nivel de su salud general. Tradicionalmente suponemos que el Deporte y la Actividad Física se consideran agentes de cambio que cuentan con un impacto positivo en el desarrollo de los niños y adolescentes.
A juicio de los especialistas, esta premisa merece una revisión ya que requiere de una buena guía para que logre ser un eje articulador de la identidad, tenga la capacidad de moldear y generar significativos aprendizajes.
"El valor del deporte radica en la cualidad integradora que tiene de distintos aspectos físicos y psicológicos. En otros términos, cuando un niño hace deporte es la experiencia asociada la que condiciona sus aprendizajes. El deporte y la actividad física son espacios que movilizan y reúnen las prácticas sociales de una comunidad", dice Sebastián Leiva, sicólogo y docente del Magíster en Gestión de la Actividad Física y el Deporte UNAB.
Agrega que "cada deporte resalta, rescata y prioriza ciertas prácticas que le son propias. De esta misma forma y orientándonos hacia el deporte a nivel escolar, será cada comunidad educativa la que determine en base a su declaración de misión y visión el lugar y relevancia que le asigna al deporte. Podrán considerarlo meramente como un pasatiempo, una "válvula de escape" para los niños o también como una buena estrategia de marketing, pero esto es claramente un error dado que tal como en el resto de las áreas, a nivel escolar el deporte y la actividad física son un instrumento de socialización y de construcción psicosocial".
Según explica el sicólogo, el enfoque escogido por el profesor determinará los reales beneficios del deporte a nivel psicosocial, ya que mal dirigido puede incluso "regalar" a nuestros hijos-estudiantes una experiencia poco formativa. La violencia e instrumentalización en el deporte, tanto a nivel profesional, amateur como escolar, nos muestra que también es una instancia en donde se pueden recrear los mismos vicios y malas prácticas de la sociedad.
Valores en el deporte
Sabiendo entonces que el deporte y la actividad física no siempre terminan resultando benéficos desde el punto de vista psicosocial, la orientación valórica que le otorguemos a nivel escolar debe ser intencionada y coherente con la visión de cada comunidad escolar.
"Los valores en el deporte los debemos incorporar como parte de los hábitos y costumbres en la interacción de los profesores con los niños. La mirada centrada en los resultados, no solo como lo más importante sino lo único, reduce y simplifica al mínimo la trascendencia que puede llegar a tener una actividad tan integradora como es el deporte. Cuando de forma sesgada suponemos que ganar es la única meta y utilizamos el deporte como un medio y no como un fin en sí mismo, menospreciamos a nuestros niños", clarifica Zavala y comenta que en países como Canadá, Estados Unidos, España y Dinamarca, se han llevado a cabo programas que buscan instaurar la formación en valores como un eje articulador y han obtenido resultados muy interesantes.