"El Gobierno usará la Constitución como instrumento demagógico para justificar así su mediocridad"
"A diferencia del Gobierno y la Nueva Mayoría nosotros no partimos de una hoja en blanco y Chile Vamos propone 80 medidas", sentencia el senador de RN y encargado de la comisión ad hoc de la coalición opositora, Alberto Espina, al evaluar el primer Diálogo Ciudadano que se realizó el viernes en la sede del Congreso en Valparaíso y en el que participaron cerca de 150 dirigentes invitados.
Todo comenzó en noviembre del año pasado cuando los cuatro partidos de Chile Vamos e independientes formaron una comisión de asuntos constitucionales integrada por 16 personas que le tocó dirigir. Hace dos semanas hicieron la entrega oficial de las propuestas a los partidos y ahora comenzaron a aterrizarlas. Realizarán en total 15 diálogos ciudadanos, uno por cada región.
Entre las temáticas que abordan están los nuevos derechos fundamentales de las personas; los deberes fundamentales del Estado; crear el defensor de las personas; garantizar la paz social y la democracia constitucional; reconocer la multiculturalidad de la nación; consagrar la autonomía de los servicios públicos relevantes; hacer una profunda descentralización; reafirmar la legitimidad del TC; modificar el régimen político y el mecanismo de cambio de la actual constitución. Una vez que concluyan estos diálogos, y terminada la elección municipal, presentarán un proyecto de reforma constitucional al Congreso.
-¿Cómo garantizan la representatividad de estos dirigentes y la transversalidad?
-La transversalidad está puesta porque están invitadas las organizaciones sociales. No le preguntamos a alguien si es de derecha o izquierda.
-El ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, señaló que con esta dinámica la oposición estaba duplicando el proceso en vez de sumarse al del Gobierno...
-Ése es el argumento más ridículo que he escuchado en mi vida. Es un argumento dictatorial. En una democracia cada sector es libre de presentar los proyectos de modificación constitucional que estime conveniente. Es antidemocrático que el Gobierno pretenda imponer que el único mecanismo y las únicas propuestas son las que ellos hacen. El Gobierno tiene su procedimiento y nosotros el nuestro, y ambos son complementarios. Pero el Gobierno no tiene el monopolio de los cambios.
-Sin embargo, hay parlamentarios y dirigentes de su sector que igual anunciaron que se van a sumar al proceso constituyente del Gobierno porque quieren observar cómo se desarrolla.
-Bueno, ellos están en su derecho. No tenemos que transformar en conflicto algo que es natural. En una democracia y en un país libre, el Gobierno tiene todo el derecho de llevar su proceso adelante y tendrá que llevarlo como lo estime conveniente. Nosotros tenemos el derecho de llevar adelante nuestro propio proceso que tiene tres diferencias: no partimos de una hoja en blanco, porque es insólito que el Gobierno parta un proceso sin decir qué piensa y la razón es que tiene una división de tal envergadura que no son capaces de hacer una propuesta común. En segundo lugar, nuestra propuesta es abierta a la ciudadanía, se transmite por internet, y tercero, lo que busca el Gobierno es enfrentar las elecciones presidenciales y parlamentarias utilizando como argumento para el mal gobierno que han hecho, que la Constitución les impide llevar adelante acciones para mejorar la educación y otros temas.
-¿No es interesante que el país esté dialogando de este tema ya sea en cabildos comunales o en los diálogos ciudadanos de Chile Vamos?
-Lo primero es que ésta es una Constitución absolutamente democrática. La pregunta es si es la Constitución que Chile necesita para los próximos 50 años. Y nosotros creemos que la Constitución necesita fortalecer los derechos de las personas, establecer con claridad los deberes del Estado, avanzar en descentralización, en autonomía de los servicios públicos, en la paz social y en estudiar el régimen presidencial.
-¿En Chile Vamos están por perfeccionar lo que hay o como quiere la Nueva Mayoría, armar una nueva carta fundamental?
-Creo que ésa es una discusión absolutamente artificial que lleva la izquierda por tratar de deslegitimar la actual Constitución. No tiene valor discutir si es un cambio o una nueva carta. Lo importante es el contenido y para nosotros es clave que esta Constitución tenga como eje central del progreso la sociedad civil y la libertad de las personas.
-O sea, ¿Chile necesita un cambio constitucional que se adecue a los nuevos tiempos?
-Yo creo que sí porque es importante que la Constitución represente los nuevos tiempos que la sociedad chilena vive. Y la ciudadanía exige que se fortalezcan sus derechos, sus obligaciones, el rol del Estado y la paz social. Es un debate necesario, interesante, pero que no debe llevar a la demagogia y el populismo de afirmar que vamos a tener un mejor Gobierno porque se cambia la Constitución. Podemos tener un muy buen Gobierno con la actual o un muy mal gobierno con la nueva carta. El buen gobierno lo hace la gestión.
-¿Por qué?
-Para el Gobierno la Constitución va a ser un instrumento demagógico al cual van a culpar para justificar el Gobierno más mediocre que hemos tenido desde el retorno de la democracia.
-El senador Manuel José Ossandón anunció que él sí participará del proceso oficial.
-Yo quisiera conocer cuáles son las propuestas constitucionales del señor Ossandón. No hemos recibido ninguna. Y si lo quiere hacer en los cabildos de gobierno, bienvenido sea.
-¿Será un gobierno de derecha el que terminará redactando la nueva Constitución?
-Tenemos una gran oportunidad de volver a La Moneda y para eso no sólo tenemos que ser una oposición reactiva sino que activa para conducir los cambios. La derecha que se arrincona, que le teme a todo cambio creo que comete un profundo error. Tenemos que ser capaces de ganarnos las confianzas ciudadanas e impulsar políticas no demagógicas para recuperar la economía del país y la situación familiar de los chilenos.
-Menciona la descentralización como un punto clave. ¿Habrá elección de intendentes el 2017? Hay anuncio, pero no urgencias asignadas.
-No lo sé, porque creo que aquí hay una cierta hipocresía. La Presidenta de la República no quiere elección democrática de intendentes, son expresiones que se usan y no se cumplen. Estoy empeñado en que haya elección pero debe ir acompañada de transferencia de competencias y recursos. Si no, es una elección de papel.
-El nudo está en la fórmula de elección y las diferencias entre Chile Vamos y la Nueva Mayoría.
-Bueno, ahí nosotros no nos vamos a mover ni un ápice. Es de la esencia de un proceso de descentralización que un intendente sea elegido en primera vuelta, si no va a terminar en un cuoteo entre las grandes coaliciones y los grupos emergentes nunca van a poder aspirar ganar una intendencia.
-Por otra parte, ¿a qué atribuye esta ola de renuncias a los partidos?
-Pertenecer a los partidos es un acto voluntario. El que quiere renunciar que lo haga. Está en su derecho. Pero la política es sin llorar. Si alguien tiene liderazgo puede influir en sus partidos. Los partidos están viviendo una crisis y el deber de las directivas es fortalecer la institucionalidad y mejorar la representatividad. La política cambió y necesita diálogo y no tener miedo a la crítica.
-¿Eso explica las renuncias?
-Son partidos que no han sido capaces de adaptarse a las realidades y también hay algo de vedetismo de los que se van de los partidos.
-Manuel José Ossandón dice no sentirse tomado en cuenta y ha pensado en un camino propio. ¿Se siente tomado en cuenta en RN como carta presidencial?
-Absolutamente. Yo voy a participar en una primaria con Ossandón de todas maneras y hay que establecer un procedimiento y ojalá sea abierta, cualquier otra fórmula sería incomprensible y espero que sea un proceso en el que se propongan ideas más que descalificar al contendor.
"No estoy seguro de que vaya a haber elección directa de intendente el 2017. Creo que aquí hay una cierta hipocresía. La Presidenta de la República no quiere elección democrática de intendentes, son expresiones que se usan y no se cumplen".
Querella contra revista Qué Pasa
"Ella tiene derecho a proteger su honra. La pregunta es cuál es el instrumento para hacerlo. Cuando se es Presidenta de la República, si estimó que la publicación afectaba su honra, para eso existe una comisión de ética de los medios de comunicación. Ése era el camino. Este otro sólo genera una tensión entre la libertad de expresión y la honra de las personas. Creo que equivocó el camino".