Por ocho votos a favor y cinco en contra, la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó ayer el veto presidencial al proyecto de reforma laboral, con el que se suprimen los pactos de adaptabilidad sobre jornadas y horarios, y los quórums sindicales para la negociación colectiva.
La iniciativa contó con el respaldo unánime de los parlamentarios oficialistas.
"La verdad es que no digo (resultado) satisfactorio, porque como dijo el ministro (Rodrigo) Valdés hace algunos días, nos hubiera gustado haber alcanzado un acuerdo en estas materias, haber resuelto el tema, el problema que provoca el fallo del Tribunal Constitucional con el requerimiento que hace la oposición al acoger el tema de la titularidad", señaló la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, quien estuvo presente en la sesión, al igual que su par de Hacienda.
"No fue posible lograr un acuerdo, no fue posible consensuar una reforma constitucional que nos permitiría legislar y regular estas materias, pero esta votación de hoy (ayer) no tiene nada que ver con aquello", agregó la secretaria de Estado.
En ese sentido, Rincón dijo que el Ejecutivo mantiene las puertas abiertas a dialogar con los parlamentarios de Chile Vamos, siempre que "no se deje en igualdad de condiciones a los sindicatos y a los grupos negociadores".
"Lo claro es que no hay negociación reglada para los grupos negociadores, es un tema que queríamos resolver nosotros e insisto que buscamos el respaldo de la oposición en esta materia y el portazo fue de público conocimiento", resaltó.
El viernes pasado el Gobierno descartó un cambio constitucional al proyecto y anunció que tramitaría "a la brevedad" el veto presidencial.
Se espera que la iniciativa sea votada durante la tarde de hoy en la Cámara.