Con el ingreso a tramitación de una Declaración de Impacto Ambiental, la empresa Metro Valparaíso dio un nuevo paso para la reposición de la otrora estación Valencia, en el populoso sector poniente de la ciudad de Quilpué. La gerente de Merval, Marisa Kausel, confirmó que esta declaración fue admitida a tramitación por el Servicio de Evaluación Ambiental, cuyo plazo de entrega por parte de esta entidad está programado para el 16 de septiembre del presente año.
Cabe recordar que en forma paralela, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) se encuentra realizando el estudio de diseño de la mencionada estación, el que debería estar terminado a fines de este año. Igualmente, si todo marcha de acuerdo con los plazos establecidos, la construcción de la nueva estación, en el mismo lugar en que se encontraba la anterior, que se utilizó hasta mediados de 2005, podría iniciarse en el segundo trimestre de 2017 y entrar en servicio a mediados del año 2018.
Corresponde consignar que la construcción de esta estación es una de las aspiraciones de las autoridades locales y de la comunidad de Quilpué, y en particular de los residentes del sector poniente de la comuna, el que ha experimentado un gran crecimiento habitacional en los últimos años, siendo una excelente a alternativa para el transporte de pasajeros, toda vez que los estudios previos realizados estiman que se podría acoger a unos 1.500 pasajeros a la hora en horario punta y unas 600 en horario normal, ya que está en medio de unos de los tramos más largos de la línea.
El financiamiento de los trabajos debería contar con apoyos externos, probablemente del Gobierno Regional, ya que se trata de unas instalaciones de verdadero impacto social. Aparte de esta obra, se están realizando mejoras en las estaciones, entre ellas Villa Alemana y Peñablanca, con mayores facilidades para el acceso y espera de los pasajeros. En esta última estación incluso se contempla la instalación de ascensores y rampas.
No debemos olvidar, sin embargo, que Metro Valparaíso ha estado reclamando aportes pendientes por varios años por parte de su empresa matriz, EFE (estimados en unos 50 mil millones de pesos), para ir financiando una serie de trabajaos de mantenimiento, comunicaciones, seguridad y otros aspectos, para ofrecer una mejor servicio y así minimizar algunas fallas que se han registrado en los últimos tiempos en su operación.