Apertura del cabotaje en igualdad de condiciones
La definición de la Real Academia Española de la palabra "cabotaje" alude a la navegación que hacen los buques entre los puertos de un mismo país sin apartarse de la costa. Si bien originalmente se circunscribía a la navegación, hoy también tiene que ver con el transporte aéreo y terrestre.
Lo cierto es que fue en su sentido más originario que ha cobrado vigencia y salió al tapete durante la reciente celebración del 198° aniversario del Día de la Marina Mercante Nacional, en el marco del debate por la apertura del cabotaje a naves extranjeras, tal y como lo propone una moción parlamentaria que actualmente se tramita en el Senado.
Dada su especial geografía, el cabotaje marítimo es de suma importancia para nuestro país y se lleva a efecto mediante el transporte de graneles líquidos, graneles secos, pasajeros y de carga en general, esta última modalidad, especialmente frecuente en la zona austral y los territorios insulares.
En el gobierno anterior se ingresó un proyecto de ley que terminaba con la reserva del cabotaje, que fue rechazado luego que las asociaciones y gremios vinculados al transporte marítimo se opusieran tenazmente a la iniciativa e hicieran ver las perjudiciales consecuencias que acarrearía.
La modificación que se propone en el proyecto que ahora se debate, de ser aprobada, generaría un escenario que afectaría a la Marina Mercante Nacional, ya que se alterarían las condiciones legales de participación en el cabotaje en Chile y, de paso, se afectaría la libre competencia en el mercado naviero, al no poder competir en igualdad de condiciones los armadores nacionales con las empresas marítimas extranjeras.
De concretarse esta situación, surgirían fuertes incentivos para que las empresas chilenas cambien el pabellón nacional por banderas "de conveniencia", lo que perjudicaría la recaudación fiscal, además de impactar en la estabilidad laboral de oficiales y tripulantes de nuestra Marina Mercante.
No debemos olvidar que la Marina Mercante Nacional tiene una importancia estratégica, ya que sus unidades y dotaciones forman parte importante de la Reserva Naval, lo que nuestra Armada valora, razón por la cual tampoco apoya esta apertura indiscriminada del cabotaje a naves extranjeras.
Consideramos que en forma excepcional, debe permitirse el cabotaje a naves extranjeras, siempre y cuando no haya disponibilidad de barcos chilenos, las que deberán contar con tripulaciones nacionales.
Por esta razón, hemos presentado las indicaciones pertinentes al proyecto de ley referido, a fin de establecer un cabotaje en igualdad de condiciones en la competencia con naves extranjeras, resguardando la fuente laboral de nuestros oficiales y tripulantes. En esto radica nuestra confianza en que las modificaciones propuestas en dicho sentido, cuenten con el respaldo mayoritario y sean aprobadas en su oportunidad.
Francisco Chahuán
Senador