25 años de Galería Modigliani
Cumplir años parece natural y exento de mayores complejidades, pero a decir verdad, cumplir 25 años de una galería de arte, privada y en provincia, resulta simplemente milagroso. Ese es el caso de la Galería de Arte "Modigliani", en Viña del Mar, propiedad del empresario, coleccionista y galerista, Dino Samoiedo. Probablemente la adquisición de su primera obra haya sido determinante para que Samoiedo hubiera pensando en que quizás podría llegar a ser un coleccionista, pero seguramente no pensó nunca que sería galerista y uno de los importantes a nivel nacional.
La Modigliani comenzó en julio de 1991, en un local pequeño, adaptado para galería en pleno centro de Viña del Mar. En esa ubicación estuvo algunos años, hasta que a fines de los 90, se trasladó a su actual ubicación, construida especialmente para ser galería, cosa poco habitual, por no decir excepcional. Una construcción armónica con el uso que se le daría y principalmente con el valor de ser una centro de arte.
Galería Modigliani nos ha dado la oportunidad de conocer la obra de grandes artistas chilenos y extranjeros, de primer nivel, premios nacionales, figuras destacadas, nombres referenciales del arte chileno contemporáneo, han exhibido su trabajo en esta sala a lo largo de este cuarto de siglo. También ha sido un lugar de oportunidad para los creadores regionales y algo muy importante, para los artistas emergentes, esto último doblemente meritorio y significativo.
Son tantos, que cuesta seleccionar para enumerar, por ello y para no herir susceptibilidad de artista, entonces mencionaré sólo algunos que ya no están, como la gran Matilde Pérez; la tremenda Carmen Silva; Nemesio Antúnez; y los locales Víctor Castro, Adriana Ruiz y José Balcells, entre varios que han partido, dejando su gran trabajo.
Además de ser una sala para artes visuales, la galería Modigliani ha sido un espacio abierto al desarrollo de distintas expresiones artísticas, poesía, literatura, música, audiovisual, son todas disciplinas que han podido contar con este lugar para mostrarse. En síntesis, un pequeño gran centro cultural.
No me perdonaría no rendir tributo a la amistad que ha sido la disciplina más y mejor representada en la sala en estos años, una verdadera cofradía de personas unidas por el arte y la cultura, pero también por la buena bohemia, la conversación larga y reposada, así como por el cariño profesado entre sí, dan vida al grupo humano que gira en torno a la Modigliani, sus inauguraciones, sus fiestas y como no, a su dueño y amigo Dino Samoiedo.
La historia de Viña del Mar, desde hace 25 años ha tenido un nuevo referente en esta galería, al tener en su territorio a una de las más importantes salas en su rubro, que no solo la ha prestigiado, sino que también la ha dado grandes satisfacciones y reconocimientos culturales.
Rafael Torres A.
Gestor cutural. Director Museo Baburizza