El gitano está de vuelta
Volvió en verdad a Valparaíso, solo a Valparaíso, y contagió otra vez con su entusiasmo a cuantos tuvieron la oportunidad de verlo, de escucharlo, de leerlo.
Osvaldo Rodríguez, el Gitano, es mucho más que el compositor y cantor principal de uno de los himnos oficiales de Valparaíso, ese que nos recuerda que la ciudad nació allí sencillamente, trepando luego 42 cerros arriba. Ciudad habitada por el viento sur, la greda, los volantines, y por ese pescador de jaivas que entristece el paisaje de nuestra costanera. Bueno, cuando había costanera, porque Valparaíso llega hoy hasta la línea del Metro, nada más, y lo que sigue en dirección norte es ya otra cosa, el puerto, el puerto de Valparaíso, claro está, pero que vive, trabaja y produce de espaldas a los porteños.
"Para que lo vayamos conociendo…", se llama la muestra en recuerdo y homenaje al Gitano Rodríguez que está abierta en el Parque Cultural de la ciudad. Allí pueden verse parte de los dibujos y pinturas del Gitano, pinturas bajo tierra, también bajo la bahía, pinturas de buques blancos y una luna rosada, pinturas de ventanas sobre Valparaíso, sobre sus viviendas, sobre su neblina, sobre uno de sus atardeceres. Está su máquina de escribir Adler, acompañada de un largo texto ya tipiado y corregido a mano. También están algunos de sus libros, sus diarios personales, sus sombreros, sus estudios de los ascensores, sus postales de ida y de vuelta, y su petaca cubierta de mimbre.
Están también, nombradas, las muchas ciudades del mundo en las que estuvo el Gitano y en las que siempre buscó, hasta encontrarlo, cualquier detalle que le permitiera evocar a Valparaíso y continuar con sus canciones, sus lápices y su poesía la batalla contra el olvido.
Cuando Osvaldo Rodríguez volvió a Chile, allá por 1992, volvió en verdad a Valparaíso, solo a Valparaíso, y contagió otra vez con su entusiasmo a cuantos tuvieron la oportunidad de verlo, de escucharlo, de leerlo. Oírlo entonces cantar de nuevo en vivo era todo lo que se necesitaba para poner entre paréntesis los largos y crueles años que lo mantuvieron lejos.
Después de ver esta muestra conocemos mejor al Gitano, a Valparaíso, a nosotros mismos.
Agustín Squella
Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009