"No veo que las compensaciones estén articuladas en torno a una reactivación efectiva de Valparaíso"
Sin tapujos, y con una gran claridad en cada una de sus declaraciones, el arquitecto, exmiembro del directorio de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) y actual gerente del Centro Interdisciplinario de Neurociencia (CINV), Juan Carlos García, opina sobre las medidas de compensación que el alcalde, Jorge Castro, solicitó al Estado a raíz del impacto "irreversible" que el proyecto Terminal 2 generará en el borde costero de la ciudad.
Proceso definitorio en el cual, dice García, "será fundamental el rol que juegue la ciudadanía, pues en proyectos grandes como el T2, no se debe tener miedo a realizar plebiscitos o debates más amplios que la decisión exclusiva de las autoridades".
- ¿Cuál es su análisis sobre el paquete de compensaciones que solicitó Jorge Castro para compensar el impacto que tendrá el T2?
- Ninguna de las cosas que plantea el alcalde son nuevas, y son de alguna manera, el financiamiento de un listado de proyectos pendientes que tiene la ciudad, algunos con más nivel de desarrollo, y otros que más bien están en un nivel de idea o de anhelo. En este sentido, el punto es que las compensaciones tal como se están planteando, no veo que estén articuladas en torno a una reactivación socioeconómica efectiva de Valparaíso, no hay un replanteamiento sobre cuál debiese ser el camino para que Valparaíso salga del desempleo, pues si bien el puerto juega un rol importante para la comuna y para el país, su opción de empleo es limitada y lo va a seguir siendo en el futuro, pues ninguna ciudad en el mundo ha puesto en el largo plazo absorber su desempleo a través del puerto, porque se empiezan a tecnologizar y tienen otros beneficios.
- ¿Considera que esos beneficios se ven capitalizados en la ciudad?
- La verdad, yo no veo esos beneficios capitalizados, y además, yo no veo cuál es el proyecto de ciudad que debiéramos tener en el mediano plazo para mejorar la calidad de vida de los porteños, para reducir significativamente el desempleo y transformarnos, efectivamente, en la comuna central del área metropolitana de Valparaíso, que tiene un millón doscientos mil personas, y en donde el principal motor económico debiese estar en su comuna más tradicional, que es precisamente Valparaíso.
- ¿Cree que se debe estudiar o considerar un cambio arquitectónico en el proyecto T2?
- Lo que se ha planteado desde el origen, es por un lado, que se debe llevar a cabo un proyecto de altísimo impacto urbano y económico para la ciudad, el cual se mitigue a través de una serie de compensaciones, y por otro lado, que el proyecto en sí debiese revisarse para reducir sus impactos, y evidentemente, lo segundo siempre es a lo que trata de apostar un país y una ciudad que apunta a un desarrollo orientado a la calidad de vida de los ciudadanos, pues un proyecto a través de estas compensaciones no va al fondo del asunto, y lo que sí va, es a analizar y revisar la gran cantidad de alternativas que se han propuesto para el Terminal 2, y que se han descartado siempre desde el punto de vista económico.
- ¿Qué opinión tiene sobre la creación de una corporación público-privada?
- Yo creo mucho en se tipo de figuras, pero lamentablemente no conocemos en absoluto cuál es la institucionalidad en la que se está pensando. Tenemos modelos muy interesantes para replicar, los cuales van desde países más liberales como Estados Unidos e Inglaterra, a países con una tendencia más socialdemocrata como Francia y Alemania, pero para eso deben generarse ciertas condiciones, tales como la claridad de la institucionalidad, el financiamiento, cómo se resolverán las prioridades del proyecto y cómo cada insitución estará representada al interior de la coporación.
"No conocemos en absoluto cuál es la institucionalidad en la que se está pensando. Tenemos modelos muy interesantes para replicar, los cuales van desde países más liberales a países más socialdemocratas""