Es un problema recurrente en Viña del Mar que da cuenta de una carencia social de múltiple alcance: las "tomas" de terrenos para levantar viviendas en situación de irregularidad. Otro caso se hace presente ahora en el sector Santa Julia, donde grupos de personas han comenzado a levantar viviendas junto a Villa Oriente, población consolidada, residencia de ex funcionarios de la Armada con sus familias.
Esos vecinos están inquietos por la toma vecina que, sostienen, amenaza su tranquilidad y seguridad. Denuncian la ocurrencia de algunos delitos y han adoptado medidas de protección a la vez que denunciaron el hecho para lograr la erradicación de la ocupación ya en pleno desarrollo.
Esos terrenos, de acuerdo a la directora de la Dirección de Desarrollo Comunal, Paulina Vidal, son bien nacional de uso público de administración municipal y se están coordinando las medidas respectivas con la Gobernación, afirma.
¿Cuáles serán esas medidas? ¿El desalojo? ¿La regularización de la ocupación de estos terrenos públicos? No se trata de una gran toma, como otras que existen en Viña del Mar, pero el hecho es la repetición de una realidad que si bien responde al problema habitacional de muchas familias, también trae inquietud a vecinos radicados legalmente desde hace décadas. Por otro lado, la precariedad de las nuevas viviendas supone riesgos sanitarios para los propios ocupantes y, a la vez, pueden existir problemas sobre la condición de los terrenos que podrían no ser aptos para la habitación, otra amenaza para los ocupantes. Finalmente, en busca de regularización, los costos resultan muy elevados, superiores a los que se realizan en predios definidos y estudiados para vivienda.
Y dentro del tema, aludiendo al gran campamento viñamarino Manuel Bustos, la ministra de la Vivienda Paulina Saball reconoce la complejidad del problema, pues se trata de "una situación difícil de resolver, que es poder sanear y construir toda la infraestructura sanitaria, y hacer que el ordenamiento del sector se acomode a un barrio". Y en menor escala ese es el desafío que se plantea en la Villa Oriente de Santa Julia.
Aparece, a la vez, un problema anexo, como el denunciado por una residente de Villa Oriente: "hay gente que se toma los terrenos, vende y se va a tomar otros terrenos…" El punto merece una investigación a fondo.
La inquietud de Villa Oriente, exige especial atención cuando aún la "toma" no se consolida y es posible conjurar futuros problemas que se vuelven insolubles y dañan a residentes y a ocupantes irregulares, todo ello con altos costos humanos, económicos y políticos.