De candidatos y candidaturas
El arranque de los candidatos locales para las próximas municipales pareciera haberse visto opacado por el protagonismo que ha tomado la negociación en el Congreso sobre las facultades (y el porcentaje de votos) con el cual serán electos los próximos gobernadores regionales y -mayor sorpresa aún- con la sorpresiva -por los tiempos en que se sinceró, no por la certeza de la misma- de la candidatura presidencial del ex Mandatario, Ricardo Lagos Escobar.
La coincidencia, o no, de la definición de Lagos con las encuestas del CEP y Adimark parecen también mostrar dos panoramas completamente inciertos, como son el tenue liderazgo del también ex Presidente Sebastián Piñera y el amplio espacio para crecer que tienen todas las candidaturas, incluyendo la del senador radical, Alejandro Guillier, si es que él y su partido optan finalmente por llevarla a puerto.
Tal escenario, el de una candidatura abierta y con la aceptación de primarias (la de Lagos); y la pelota en el campo de la centroderecha, para la definición final del exempresario y sus antiguos aliados, hoy diseminados políticamente, puede tener efectos bastante disímiles en las candidaturas municipales que convocarán a la ciudadanía el 23 de octubre.
Primero, la posible invisibilización de los nombres y propuestas que buscan hacerse de las alcaldías de la Región, como también -y aun más preocupante- la falta de preocupación -de electores y candidatos- por las propuestas que necesariamente deben ser elaboradas para tales efectos.
Un efecto secundario podría ser el desapego definitivo de los candidatos con los aspirantes presidenciales antes mencionados, fenómeno del cual hasta el minuto sólo parecía escapar el candidato UDI por Concón, Luis Rivera, quien no ha tenido ningún problema en ocupar en su gráfica publicitaria una fotografía junto a Piñera y menos usar en sus campañas la clásica chaqueta roja distintiva de la administración con actitud 24/7 y en terreno que caracterizó a su gobierno.
Tampoco la adhesión parlamentaria puede ser calificada de apoyo real y conveniente. No por nada, candidatos como Leopoldo Méndez han optado por mostrarse con un grupo transversal de políticos suecos antes que con sus aliados originarios del PPD y la Nueva Mayoría.
Salvo Jorge Sharp (cuyo domicilio político final aún está por verse, por cuanto falta bastante para que termine de cuajar la apuesta programática que intentan delinear Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Cristián Cuevas) y los más partidistas, (como Gianni Rivera, Alberto Fernández, Mauricio Viñambres, Amelia Herrera y Luis Mella), ni Jorge Castro, Virginia Reginato, el propio René Lues, Oscar Sumonte y José Sabat responden a la lógica de hace dos períodos.
¿Estará alguno por cambiar de idea a última hora?