Uno de los mejores fondeaderos se ha encontrado siempre ocupado por los pontones inglés y francés. Bueno que gozaran de esas ventajas cuando no teníamos más que tres o cuatro buques porque podían amarrarse al lugar. Pero han llegado más buques, por lo deberían cambiar de lugar a dichos pontones.

Enérgicas acciones contra

las enfermedades secretas

Una amplia reunión se realizó en la alcaldía con directivos de sanidad, con el objeto de adoptar algunos procedimientos para combatir el desarrollo de la lúes y demás enfermedades venéreas, que están haciendo terribles estragos en cierta parte de la población, que son generadas principalmente por la prostitución clandestina.

Creado el comité para el fomento del turismo

En una reunión efectuada ayer en el Hotel Prat, se creó el Comité para el Fomento del Turismo de Valparaíso, cuya misión principal será realizar todas aquellas gestiones tendientes a impulsar el desarrollo y crecimiento de esta industria en nuestra zona. Lo integran autoridades y empresarios del sector.

Hace algunos días asistí a una exposición de la inmobiliaria a cargo del proyecto Las Salinas, quienes están gestionando el terreno conocido también como expetroleras, al lado norte de la ciudad de Viña del Mar. Si bien la exposición se trató sobre el proceso de descontaminación de dicho terreno, mi atención se focalizó en el proyecto inmobiliario, el cual fue esbozado esquivamente.

En datos simples que registré en mis apuntes, en tres años más empezarían a construir 22 torres de hasta 24 pisos, construcción que consideraría un plazo de 10 años. Durante los tres primeros, transitarán más de 10 camiones con tierra por hora, a lo que se sumaría todo el flujo de camiones de la construcción posterior, y por los 10 años. A este tránsito, hay que sumar todo el tráfico que se producirá en el futuro por los más de 4.000 vehículos que el proyecto ya desarrollado implicará, número que surge al considerar los departamentos, oficinas, hotel y comercio que ahí se construirían. Si hoy el tráfico está colapsado en esa zona, sobre todo en los meses de verano, difícilmente se podrá esperar mejor fortuna para el automovilista de no habilitarse medidas remediales. Para qué decir qué sucederá con las más de 10.000 personas que allí residirían en caso de un alerta de tsunami.

No soy quien para oponerme a tan tremendo negocio, pero como viñamarino de toda la vida creo justo pronunciarme sobre el destino de la comuna. Si bien la ciudad debe crecer y desarrollarse, tengo mis dudas que sobreexplotar ese terreno sea a la larga lo mejor para la ciudad y sus habitantes. Pensarlo como un gran parque público es una utopía en un país con vocación al subdesarrollo, pero al menos se debería de edificar respetando estándares más elevados, más amigables, que considere la integración de ese paño a la ciudad como un beneficio urbanístico, en el más amplio sentido de la palabra.

Se cumplirán todas las normas de descontaminación, edificación y construcción, pero Viña del Mar despilfarrará la oportunidad de generar un barrio amigable con urbanismo público que la ciudad requiere: plazas, parques, un teatro moderno, una ciclovía decente, una zona de restaurantes y pubs, estacionamientos subterráneos, un centro de convenciones, una futura estación del metro, zona para deportes, miradores, accesos a Santa Inés, conexión vial con la subida Alessandri y, desde luego, algunos edificios residenciales y de oficina, pero nunca en el número ni con la altura con que título estos párrafos.

No me cabe duda que las próximas generaciones criticarán las decisiones que se están tomando y que serán irreversibles en la vocación de la ciudad: ser la mejor ciudad de Chile para vivir. Estamos a tiempo, aún podemos hacer algo por nuestra comuna. ¡Salvemos Viña!

Piero Moltedo Perfetti

Director académico Universidad Santo Tomás, Viña del Mar

No es fácil emprender. El camino del emprendimiento, de la iniciativa, de la creación está lleno de dificultades. Y el emprendimiento resulta más arriesgado cuando se incursiona en un área tan compleja como es el arte. No muchos se atreven. Algunos se cansan en la ruta, pero otros, con tenacidad, siguen adelante hasta consolidarse.

Es el caso de la Galería de Arte Modigliani, de Viña del Mar, que ha cumplido 25 años y cuyo director y creador, Dino Samoiedo, acaba de recibir el reconocimiento del Consejo Mundial de la Educación 2016.

La galería, espacio abierto, es la expresión de una iniciativa privada que incursiona en el área cultural, logrando marcar una huella, con prestigio y creciente desarrollo. Ha dado espacio a destacados artistas nacionales vigentes, mostrando, a la vez, la obra de algunos fallecidos que han marcado tendencia y han logrado reconocimiento en el mundo del arte.

Recuerda este espacio cultural a la desaparecida Galería Mori de Viña del Mar, vinculada al destacado pintor Camilo Mori, recinto que acogió la obra de importantes artistas hasta mediados del siglo pasado.

La galería está abierta también a talentos regionales jóvenes para quienes la exposición en ese polo artístico significa un reconocimiento y un estímulo, alentando así trayectorias que pueden alcanzar gran relevancia en el ámbito cultural.

Desde un punto de vista local y regional, la Galería Modigliani constituye una atracción más para el visitante, sumándose a los diversos focos del arte, públicos y privados, que existen en la zona, marcando una ruta en que con constancia, prolijidad y conocimiento es posible seguir avanzando.

Samoiedo destaca que "todas las actividades culturales que se realizan son trascendentes, ya sea exposiciones de grabados, pinturas, esculturas, esmaltes u otras disciplinas… presentaciones de libros, conversatorios y charlas… la galería será siempre un nexo entre el público y los artistas". A la vez, puntualiza que "hay cabida para todos y nunca he cobrado por el uso del espacio, es una galería sin fines de lucro".

El reconocimiento internacional recién otorgado se suma a otras distinciones oficiales y de organismos culturales regionales. Todo ello significa un estímulo, pero el gran reconocimiento es el del público, de todas las condiciones, algunos sin mayor conocimiento del arte, que llegan hasta el recinto y el de los propios creadores que buscan estar presentes en un espacio que ya se ha consolidado como un pilar más de la oferta cultural de nuestra zona. La Galería Modigliani, hay que insistir, es fruto de una iniciativa, que desde el mundo privado, sin patrocinios oficiales, contribuye en forma muy concreta al arte y, en último término, a la educación.