Herman Rauter no esconde su admiración por Eduardo Kovacs. El presidente del Club de Automovilismo de Quilpué fue una de las personas que más insistió, y le pidió al actual líder de la TC 2000, dejar de lado su autoimpuesto retiro para volver a subirse a un auto y competir.

"Hace años me había dicho que no volvería, pero hoy que lo tenemos como parte del torneo me resulta extraordinario, no sólo para nosotros como Quilpué, sino también para la disciplina a nivel nacional", sostiene el directivo.

Y es que Rauter sabe que la figura de Kovacs puede ayudar aún más al desarrollo de la actividad en la Villa Olímpica.

"La clave para el crecimiento del automovilismo en Quilpué está en la constancia y en que 4 o 5 personas no dejaron caer la institución, incluso en sus momentos más complicados", sostiene el mandamás de la institución de la Ciudad del Sol, asegurando que "tener a una figura con el renombre de don Eduardo (Kovacs) en cada jornada es un lujo que pocas veces nos imaginamos".