Es una buena oportunidad para que los candidatos a concejales y alcaldes den prueba efectiva de su interés por las comunas a las cuales quieren servir como representantes populares: el respeto en sus campañas a las normas sobre uso de espacios públicos o privados en cada ciudad.
El Servicio Electoral (Servel) ha determinado específicamente esos espacios, estableciendo incluso el metraje que estará destinado a cada candidatura o partido.
Será posible, sin embargo, previa autorización del propietario, poner propaganda en espacios privados, pero ese uso, aun cuando sea gratuito, será valorizado por la autoridad electoral con el fin de asignarle un monto como gasto de campaña.
En el caso de las 38 comunas de la Región de Valparaíso, el Servel estableció 181 lugares públicos donde se podrá ubicar propaganda, 137 de ellos destinados a candidaturas específicas y 44 a partidos políticos. En Valparaíso hay en total ocho de esos espacios y en Viña del Mar, seis. Esos lugares podrán comenzar a ser empleados a partir de mañana viernes 23. El periodo de propaganda termina el jueves 20 de octubre y las elecciones mismas serán el domingo 23 de ese mes.
Las infracciones a las normas sobre propaganda tienen sanciones económicas además de los costos por el retiro de aquella publicidad en lugares no autorizados.
El control del caso queda a cargo de Carabineros y del mismo Servel, pero existen canales abiertos para denunciar contravenciones a las normas legales que está aplicando, por primera vez, esa institución.
Con estas disposiciones se desea evitar las muchas veces peligrosa saturación de propaganda callejera, que entorpece la circulación, impide la visual de señalizaciones de tránsito y por ubicación es una amenaza para los transeúntes. Además, así se protegen espacios públicos valiosos de las ciudades, como el Parque Italia y diversas avenidas porteñas y el Reloj de Flores y el camino costero en Viña del Mar, entre otros lugares de interés que deben ser respetados.
Pero más allá del cuidado del entorno urbano y establecer espacios específicos precisos en cada comuna, la normativa electoral pretende igualar a todos los candidatos y partidos, frenando con las delimitaciones señaladas los altos gastos propagandísticos en que suelen incurrir los postulantes a cargos de elección popular.
Las disposiciones sobre propaganda electoral, con todos sus detalles y precisiones, encierran un doble desafío: por un lado para los candidatos que al cumplirlas, como se dijo, darán prueba de su respeto por la ciudad, y para el Servicio Electoral, que debe tener capacidad, prolijidad y diligencia para hacer efectivas las normas legales entregadas bajo su potestad.