Patrimonio y ciencia en Valparaíso
En una reciente sesión plenaria del Consejo Regional de Valparaíso se aprobó por unanimidad el financiamiento para la Construcción del Centro Interdiscipinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso. Se trata de una decisión que, tal vez, no tenga precedente en nuestro país por la densidad que tiene en cuanto a política pública regional. Destinar recursos para desarrollar actividades de investigación científica supone, sin duda, una convicción y una madurez cívica que debemos celebrar.
Cuando las necesidades colectivas y la urgencia de las mismas presentan muy buenas justificaciones para confundir prioridades y no poder identificar objetivos estratégicos, cuyos efectos se apreciarán en el largo plazo, se requiere de una elevada y más sofisticada conciencia pública y responsabilidad política. Quiero señalar explícitamente que sólo ello puede explicar esta decisión en favor de la ciencia y de la investigación como ejes del desarrollo de una región. Por estas mismas razones, quiero destacar otra voluntad decisiva en este resultado, me refiero al Sr. Intendente, don Gabriel Aldoney, quien con la sobriedad y prudencia que lo distingue, supo llevar adelante un proceso ciertamente complejo.
Este proyecto implica intervenir un total de 4.800 metros cuadrados destinados a albergar las actividades académicas y científicas propias, pero además considera espacios para la vinculación del Instituto con la comunidad, constituyendo un precedente probablemente inédito en el acercamiento de nuestra comunidad con la ciencia. El proyecto integra infraestructura de excelencia, recuperación de patrimonio histórico y habilitación de espacios abiertos a la ciudadanía, todo ello con el propósito de configurar un punto de interacción entre académicos, estudiantes, organizaciones vecinales, las escuelas del sector y visitantes. Ubicado en uno de los sectores más reconocibles y valiosos de la ciudad, el edificio Severín reconstruido y la animada interacción que derivará de su quehacer, contribuirán significativamente al esfuerzo que realizan otros actores por la reactivación del Barrio Puerto.
Valorar el patrimonio supone también saber tomar distancia de lo inmediato y de todo aquello que parece útil sólo por su actualidad, por la misma razón decisiones como ésta revelan esa noción más integral y enaltecedora del desarrollo social y cultural. Por ese mismo hecho agradezco y felicito esta decisión, como Rector de la Universidad de Valparaíso, pero también como ciudadano interesado en evaluar con la mayor ecuanimidad nuestra vida pública.
Aldo Valle
Rector de la Universidad de Valparaíso