Cuando Valparaíso fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hace ya 13 años, recuerdo la celebración (fuegos artificiales incluidos) y las expectativas que las autoridades y sobre todo los habitantes de la ciudad teníamos del futuro que se nos proyectaba.
Al cumplirse los diez años también celebramos con pirotecnia, pero las expectativas de todos ya no eran las mismas: se hablaba de las posibilidades de perder el título por el deterioro de la ciudad y de cómo los proyectos inmobiliarios y de expansión portuaria comprometían los valores patrimoniales.
A trece años del hito, la I. Municipalidad de Valparaíso presentó el Plan Director de Gestión Patrimonial (PDGP), un documento contundente que busca dar los lineamientos sobre cómo abordar el tema del patrimonio en todas sus dimensiones.
Sin embargo, los que habitamos la ciudad podemos ver que esto está muy distante de salir del papel en el que está escrito. La ciudad está deprimida, en especial el área de mayor interés, el Barrio Puerto y sus cerros. Los proyectos que se ejecutan, todos aislados unos de otros, públicos o privados, distan mucho de respetar los criterios de restauración, rehabilitación o revitalización que se recomiendan en las distintas cartas y tratados internacionales sobre esta materia.
Se podría entrar a criticar quién más y quién menos tiene la culpa de este panorama, si los criterios del PDGP se ajustan o no a las convenciones internacionales, o si el compromiso asumido por el Estado es realmente asumido por cada Gobierno, entre otros aspectos.
Pero no estamos acá para levantar más críticas, por el contrario, creemos y queremos ser un aporte para la conservación del patrimonio nacional, desde la formación de personas comprometidas, conocedoras y con habilidades técnicas para poder desarrollar y ejecutar proyectos de conservación y restauración de bienes patrimoniales, con criterios actuales y respeto por las técnicas y oficios tradicionales, pero con capacidad de aportar soluciones con las posibilidades que nos entregan los avances tecnológicos, sin perder nunca el respeto por el original.
Hace trece años el nombramiento de sitio patrimonio de la humanidad no fue un premio que se nos dio para que festejáramos, fue el reconocimiento de que tenemos algo que es valioso para toda la humanidad y que tenemos el deber y la responsabilidad de conservarlo y protegerlo, y al mismo tiempo, poder mantener el carácter dinámico que corresponde a toda ciudad que está viva.
Nosotros, desde Duoc UC Valparaíso y la Carrera de Restauración Patrimonial, asumimos esta responsabilidad y seguiremos buscando ser un aporte y un referente en materia técnica ante este desafío, al igual que muchos otros que hacen importantes contribuciones, cada uno desde su trinchera.
Diego Rodríguez S.
Director Carrera Restauración Patrimonial Duoc UC Valparaíso