El cáncer en el mundo es una de las principales causas de muerte. En el 2008 hubo 12.7 millones de casos y 7.6 millones de muertes por cáncer (OMS), donde el 56% de los casos y 64% de las muertes ocurrió en países en vías de desarrollo. En Chile es la segunda causa de muerte en relación a enfermedades cardiovasculares, y seguirá experimentando un alza sostenido durante la transición epidemiológica donde se proyecta que para el año 2030 darán cuenta de casi el 70% del total de las defunciones en nuestro país, con mayor prevalencia el cáncer de estómago en hombres y de mama en mujeres.
En el marco de la Estrategia Nacional de Salud (ENS) para la década 2011-2020, se espera reducir la mortalidad por cáncer en un 5%. Entre los principales cánceres regionales que ocupan el primer lugar por fallecidos está el tumor maligno de bronquios con 412, estómago 329, próstata 236 y colón 181, sin programas asociados a su prevención. Respecto a cánceres asociados a mujeres está el tumor maligno de la mama con 196, cuello del útero 61, asociados al programa de prevención de cáncer cervicouterino y al cáncer de mamas, y cáncer de vesícula con 107 y asociado a colecistectomía preventiva en adultos.
La mortalidad por cáncer se presenta con más frecuencia en la etapa de la adultez mayor en el rango de edad de 70-74 años con 424 casos y con 364 casos al año a partir de los 65 años de edad, en el año 2013 se produjeron 3 muertes en mujeres a edades tan tempranas como los 25 años de edad por cáncer de mamas y cervicouterino.
Otro tipo de cáncer es el oral o bien denominado neoplasias malignas que se originan en los tejidos de la cavidad bucal, su mayor frecuencia es el carcinoma escamoso o espinocelular con una frecuencia de 90%. En cuanto al cáncer de piel conforma menos del 2% del total de los cánceres, y dentro de los que causa mayor cantidad de muertes está el de tipo melanoma con 15 casos. Los factores de riesgo asociados a esta enfermedad son los estilos de vida poco saludables, expresados por un elevado consumo de tabaco (40,6%), sedentarismo (88,6%) y mal nutrición por exceso -obesidad y sobrepeso- (64,5%), falta de uso de condón en adolescente (34.9%), consumo de alcohol en jóvenes (15.1%), entre otros.
Dicho esto, la promoción de la salud y la prevención de los factores de riesgo del cáncer adquieren un papel importante. La alimentación saludable, actividad física, protección solar frente a los rayos UV, vacuna contra el virus del Papiloma Humano en las niñas, exámenes preventivos y la derivación oportuna para confirmación diagnóstica o descarte, y los programas de prevención de las enfermedades transmitidas por sangre como son la hepatitis B Y C son sólo algunas de las muchas herramientas para prevenir el cáncer. Las instituciones públicas y privadas también ocupan un lugar muy importante en relación ser promotores de autocuidado tanto dentro de su lugar de desempeño laboral como dentro de la su familia y nuestra sociedad.
Prevenir es posible, todos podemos luchar contra el cáncer.
María Graciela Astudillo Bianchi
Seremi de Salud Región de Valparaíso