Envejecimiento saludable:
Oportunidades para la acción de salud pública en todo el curso de la vida
Oportunidades para la acción de salud pública en todo el curso de la vida
La población del mundo envejece rápidamente. Si bien este fenómeno evidencia avances importantes en materia de superación de enfermedades, también plantea a la vez problemas y oportunidades que la Organización Mundial de la Salud ha dejado claramente establecidos en un informe mundial sobre adultos mayores, que es de consulta pública.
http://www.who.int/ageing/es/
Gerópolis es un proyecto de la Universidad de Valparaíso surgido de un Programa de Mejoramiento Institucional financiado por el Mineduc que busca mejorar la calidad de vida de los adultos mayores de la ciudad de Valparaíso. Ello mediante el abordaje de la realidad en la que viven a través de iniciativas en las que participan instancias públicas y privadas.
http://convenios.uv.cl/index.php/uva1401
Diversos estudios avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dan cuenta que tanto las palabras como las actitudes negativas expresadas hacia los adultos mayores afectan, de manera significativa, su salud física y mental.
En efecto, investigaciones independientes realizadas por instituciones de Europa, Estados Unidos, Asia y América Latina advierten que las mujeres y los hombres cuya vejez transcurre entre personas y entornos positivos, que los hacen sentirse queridos y valorados, viven -en promedio- unos 7,5 años más que quienes enfrentan la tercera edad en ambientes complejos o en contacto con individuos que los discriminan o les manifiestan algún tipo de menosprecio.
Y los afectados por esta situación no son pocos, ya que el citado organismo dependiente de Naciones Unidas calcula que el 10% de los adultos de 60 o más años del planeta son víctimas a diario de conductas y maltratos de esa índole, los que, al igual que el sexismo o racismo, contribuyen a fomentar comportamientos sociales reprochables que atentan contra sus derechos más esenciales.
Consciente de esta realidad, y como parte de la conmemoración del Día Internacional del Adulto Mayor (que se celebra el 1 de octubre) la OMS realizó una encuesta sobre valores universales que se aplicó a unas 83 mil personas en 57 países, la cual evaluó -de manera especial- las actitudes de todos los grupos hacia los ancianos.
El 60% de quienes respondieron dicho sondeo concluyeron que no se respeta como corresponde a quienes integran la tercera edad. Además, el sondeo reveló que las personas de edad avanzada expuestas a condiciones o hábitat negativos se ven ellos mismos como "una carga" o perciben sus vidas como menos valiosas que las del resto, lo que los coloca en riesgo de aislamiento social y depresión.
Para el neurocirujano Antonio Orellana Tobar, especialista del Hospital Carlos van Buren y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, lo anterior guarda relación con una falta de consciencia que, a su juicio, es al mismo tiempo social y ciudadana, y que -en su opinión- tiene el efecto de disminuir la vida en cuanto a sus perspectivas y en cuanto a sus expectativas.
"Si bien hemos reconocido los cambios demográficos y epidemiológicos relacionados con el envejecimiento, no hemos sabido preparar a la comunidad en general -y a los jóvenes en particular- ni tampoco a los profesionales de la salud para asumir la responsabilidad que implica convivir, ayudar y atender a los adultos mayores, que cada vez representan un mayor porcentaje de nuestra población. Tampoco hemos sabido persuadir a las autoridades ni fomentar la aprobación de políticas públicas orientadas a la protección de estas personas en toda su dimensión biopsicosocial. Esta protección, desde luego, incluye sus derechos y el trato que a diario cada uno de nosotros les profesa, en especial a quienes padecen algún tipo de enfermedad invalidante o dependen de terceros para poder desenvolverse con menos dificultades en sus rutinas cotidianas", afirma el médico y académico de la UV.
Las actitudes y vocabulario negativos hacia las personas mayores, que en sus manifestaciones más severas incluyen maltrato físico y abandono, son cada vez más frecuentes en todas las sociedades.
Su origen está en el supuesto de que el envejecimiento es un proceso natural que implica deterioro y, por tanto, influido por los mensajes y estilos de vida que tienden a privilegiar lo nuevo y deshacerse de lo viejo, este punto de vista se ha convertido en una norma social aceptada.
Esta realidad se materializa en prácticas personales e institucionales, normativas y representaciones mediáticas que dan a entender -en forma errónea- que los mayores son frágiles y dependientes, casi infantiles. Sin embargo, en el 70% de los casos se trata de personas sanas y autovalentes.
"El problema es que cada vez habrá más personas de edad avanzada en el mundo, lo que implica que si no cambiamos nuestra mirada al respecto nos veremos enfrentados a un dilema socio-moral de proporciones. Además, hay que añadir un tema clave: el manejo de los trastornos cognitivos que acarrea la longevidad. ¿Cómo nos hacemos cargo de los adultos mayores cuando se desorienta o se pierden, tienen un accidente o desconocen su identidad? ¿Simplemente los apartamos de nosotros y hacemos como que no existen?", plantea el doctor Orellana.
Las previsiones indican que para 2025 se duplicará la cifra actual de personas de 60 años o más al punto que para 2050 se calcula que habrá 2 mil millones de ellas en todo el mundo. En Chile, en tanto, pasarán a ser el 25% de la población nacional. Por ello, se necesita con urgencia una acción de salud pública integral sobre el envejecimiento.
Para el decano de la Facultad de Medicina de la UV, este objetivo debe apuntar a lograr la máxima capacidad funcional de las personas mayores a través de programas que fomente las actividades saludables y la prevención.
"Este tema nosotros lo estamos trabajando a través de nuestro proyecto Gerópolis, que busca instaurar un modelo integral y replicable que permita revelar, comprender y abordar la realidad del adulto mayor como una construcción social, mediante la implementación de estrategias integradas de educación, salud y territorio que abordan las cuatro esferas de acción prioritaria que ha establecido la OMS para lograr el fin expuesto: adaptar los sistemas de salud a las poblaciones de edad que atienden actualmente, crear sistemas de atención a largo plazo, crear entornos adaptados a las personas mayores, y mejorar la medición, el monitoreo y la comprensión. Sin duda, es todo un desafío, pero vale también todo esfuerzo", concluye el doctor Antonio Orellana.
Dr. Antonio Orellana Tobar, decano Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.