Desde 1914 Panamá es un tema para Valparaíso. La apertura del paseo interoceánico en agosto de ese año significó un rudo golpe para la economía porteña. La recalada de naves que usaban la ruta del estrecho o del Cabo de Hornos disminuyó drásticamente y con ello terminaban múltiples actividades de servicio y de transferencia de carga que habían hecho de Valparaíso uno de los puertos más importantes de la costa del Pacífico.
También la apertura del canal redujo la importancia del Ferrocarril Trasandino, inaugurado en 1910, como enlace entre el Atlántico y el Pacífico, colosal obra que con el paso de los años y debido a suspicacias internacionales y a una mala gestión terminaría desapareciendo.
Ahora, 2016, el escenario es otro con un Canal de Panamá recientemente ampliado y con el Pacífico convertido en el gran centro del intercambio comercial internacional donde aparecen nuevas oportunidades para Valparaíso. Así lo destaca el intendente regional Gabriel Aldoney, afirmando que nuestro puerto "es un polo logístico muy relevante dentro de la costa oeste de América Latina…lo que ocurra desde el punto de vista de las estrategias que se están siguiendo en el Canal de Panamá, y en general de las empresas navieras, para nosotros resulta un dato muy relevante".
Con esa mirada resulta importante la visita a Panamá de una misión representativa de diversas actividades públicas y privadas de Valparaíso. Se trata de conocer en terreno los alcances, tanto del movimiento de carga como de la condición que ha desarrollado ese país centroamericano, como punto de acopio y transferencia de productos. Todo ello favorecido por el paso y recalada de naves de mayor capacidad. También hay que considerar que Chile es el tercer usuario del Canal, a continuación de Estados Unidos y China, por lo que las nuevas modalidades de operación originadas en la ampliación importan a Valparaíso, en particular, y a nuestro país, en general, y es posible en esa nueva realidad encontrar oportunidades para nuestros terminales. Además, la logística portuaria experimenta continuos cambios en la demanda de servicios y renovación de naves y tráficos.
El conocimiento en terreno de la experiencia de Panamá, con el impacto de una obra que significa una inversión cercana a US$ 6.000 millones, es ilustrativo para nuestro puerto, donde están en marcha y se debaten iniciativas de expansión del terminal.