El Presidente estadounidense, Barack Obama, hizo ayer en Atenas un firme llamado en favor de la fortaleza de la democracia y pidió luchar contra la desigualdad, a su juicio "uno de sus grandes desafíos".

Para el Presidente Obama, quien se dirigió al público congregado en el Centro Cultural Stavros Niarchos de la capital griega, vivimos la "paradoja de la economía global", pues "las mismas fuerzas tecnológicas" que han mejorado las condiciones de vida "globalmente" han creado "desigualdades" que han instigado "movimientos de izquierda y derecha" que quieren, por ejemplo, "volver a traer industrias que se perdieron décadas atrás".

Mucha gente, agregó el Mandatario, "siente que ha perdido el control y quiere volver atrás" pero, remarcó, "no podemos buscar soluciones mirando atrás, sino hacia adelante".

"Cuando el presidente de una compañía gana más en un día que un trabajador en un año" o cuando cierra una fábrica que ha empleado a toda una ciudad; es decir, "cuando una situación en la que todos ganan pasa a ser una en la que unos ganan y otros pierden, se erigen muros" y "el impulso por salir de un mundo globalizado es comprensible (...), pero no podemos romper, vivimos en un mundo globalizado, los empleos del presente y del futuro no son como los del pasado", mencionó en su alocución.

"Necesitamos políticas que den trabajo y mejores salarios, porque entonces las empresas irán mejor", remarcó Obama.

El Presidente saliente afirmó que los Gobiernos están para servir al pueblo, no al revés, y por ello todas las políticas deben ser más incluyentes y respetar las necesidades de los ciudadanos. Obama dijo que, ante la desconexión de los ciudadanos de sus políticos, es necesaria una "estrategia económica, política y cultural incluyentes", más efectiva a la hora de "responder a las necesidades" ciudadanas.

Obama se dio tiempo de elogiar la hospitalidad de la sociedad griega hacia los refugiados y pidió "no abandonar a Grecia a su suerte" en este tema, durante su discurso de despedida en la capital de ese país. "No se ha visto tanta compasión (con los refugiados) en otro lugar". Sólo en este país, subrayó Obama, quien opinó que "no se debe abandonar a Grecia a su suerte. Es necesaria una respuesta colectiva".

En un discurso en la Fundación Stavros Niarchos antes de emprender viaje a Berlín, Obama se refirió también a la deuda griega y consideró que las reformas son necesarias para hacer competitiva la economía helena, al tiempo que alabó los esfuerzos hechos hasta ahora.

Obama reconoció que en el resto del mundo no se sabe cuán dolorosas han sido las reformas y los sacrificios del pueblo griego, pero recalcó que había que emprender medidas.