Papa permite perdonar el "pecado grave" del aborto
IGLESIA. La decisión es parte del legado que Francisco quiso dejar de su Jubileo de la Misericordia, que concluyó el domingo.
El Papa Francisco quiso dejar como legado de su Jubileo de la Misericordia, que concluyó el domingo, que los sacerdotes puedan absolver el "pecado grave" del aborto, algo que hasta ahora sólo podían autorizar los obispos o el mismo Pontífice.
Así se lee en la carta apostólica "Misericordia et misera", el documento de conclusión del Jubileo extraordinario que fue publicado ayer y en el que el Papa da las indicaciones para que los católicos continúen este tiempo de la misericordia, la reconciliación y el perdón.
El Pontífice había enviado durante el Año Santo a todos los rincones del mundo a los llamados "misioneros de la misericordia" para absolver todos los pecados, incluso los considerados más graves como el aborto y había autorizado a los sacerdotes a hacerlo sin tener que consultar con su obispo.
Ahora tanto los "misioneros" que seguirán viajando por el mundo como los sacerdotes podrán seguir haciéndolo.
Para Francisco "no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre" y, por tanto, también los sacerdotes podrán absolver pecados graves. "Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el periodo jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario", escribió el Pontífice.
El presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización y coordinador del Jubileo, Rino Fisichella, explicó en la presentación del texto que la absolución será "de la mujer, del enfermero, del médico que sostiene la indicación. El pecado de aborto es global y, por tanto, el perdón del pecado de aborto es omnicomprensivo, toca a todos los que son parte de este pecado".
Fisichella aseguró que no existe ningún tipo de "laxismo" en la decisión del Papa, ya que como se puede leer en la carta, Francisco enfatizó "con fuerza" que "el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente".