Chile, China, el Pacífico y Valparaíso. Una cadena virtuosa que en estos días se robustece con la visita al país del Presidente del gigante asiático Xi Jinping. En una columna periodística el mandatario asiático reconoce a Chile como "la puerta de la Región", desde la perspectiva de la Alianza del Pacífico. Y Agrega que ese océano "ha dejado ya de ser una barrera que divide China y Chile, para convertirse más bien en un nudo que nos une".
Pero no son sólo lindas palabras: nuestro intercambio con China llegó en 2015 a más de 31 mil millones de dólares, convirtiendo a ese país en nuestro principal socio comercial. Se destaca además que Chile es en importancia el tercer socio comercial latinoamericano de China.
Y esa vinculación se muestra llena de oportunidades, pues el 97,2% de los productos chilenos pueden entrar a ese país libres de aranceles. Las oportunidades, asimismo, están fuertemente ligadas a las necesidades de un pueblo de 1.373 millones de habitantes.
Ante esta realidad es fundamental conocer, explorar y aprovechar esas oportunidades y ampliar nuestra presencia comercial, ya que el 78,1% corresponde solo a cobre, es decir dentro del amplio margen de apertura comercial de que damos cuenta claramente hay muchas posibilidades para productos de empresas, de todos los tamaños, desde las grandes mineras hasta las pequeñas de las más variadas especialidades que puedan satisfacer nichos de demanda de ese importante socio.
Dentro de todo este cuadro los puertos juegan un rol esencial, ya que el mayor porcentaje del intercambio de realiza por la vía marítima, por esa ancha carretera que es el océano Pacífico, del cual Chile es "la puerta", según destaca el Presidente Xi. Y ojo, otros también miran ese gran escenario que es la cuenca oceánica. Esta semana el presidente argentino Mauricio Macri y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, han formalizado una alianza que va desde lo político a lo económico.
En esta dinámica, acentuada por los próximos cambios en EE.UU., los puertos chilenos en general tienen un peso relevante y, lógicamente en primer lugar Valparaíso, que no es un jugador nuevo ese escenario, pues desde el siglo XIX ha sido un actor relevante en el comercio oceánico.
Y así como para los productores China es una oportunidad abierta, para Valparaíso también lo es como terminal marítimo, centro de acopio, distribución, negocios y servicios en general. Es un desafío, palabra bastante manoseada pero ineludible, que debe asumirse con decisión pues las oportunidades no son eternas y siempre están con bandera de zarpe, para usar un término naviero.